Nací negro, no estoy de luto. 1er Lunes sin Castro y noticias desde LaHabana.

"A los cubanos nos duele que constantemente se ponga en duda la legitimidad de nuestro sufrimiento y el de nuestras familias como víctimas de una dictadura.... por quienes creen detentar la superioridad moral del "bien" y la justicia en el mundo, y viven atrapados en un maniqueísmo insano." Ileana Medina Hernández. 28 /11/ 2016

Llevo -como sabéis 17 años sin volver a Cuba- y hoy cuando llegué a mi trabajo donde llevo once años seguidos con personas que ya son mi familia en su mayoría catalanes; una familia consolidada  tras nacimientos de hijos, bodas, fiestas de navidades, separaciones y otros argumentos de vida contados,  y todos me felicitaban contentos por mi. Casi todos enterados de la noticia de 'deceso' de 'aquel hombre cabreado y verde'  en sus casas se alegraron por mi, vi en sus caras la alegría que sabía que podían compartir conmigo. Todos han vivido, por ellos o sus padres la muerte de Franco y nada le es ajeno.

Estuve pensando cómo sería hoy en La Habana el primer día sin 'aquel señor de la guerra y su evocación constante de la muerte y la patria como si fuese la única opción.  Y sabrán que me puse triste.
Hoy en los centros de trabajo de Cuba los activistas del Partido,  la policia secreta,  tienen un protagonismo de marcar el territorio del miedo... desde La Habana me escriben hoy tras leer mi post sobre "Ley Seca y Estado de Sitio para obligar a la tristeza a los cubanos," y quedó asombrado de como estaban ya las cosas...

"te explico: 'desde el finde y durante 9 dias' estamos bajo ley seca y efectivamente, cerrados todos los centros festivos. Pero hace un par de meses hubo una arremetida contra las paladares ( restaurantes caseros cubanos)  y centros particulares, supuestamente por drogas y prostitucion, y en esa vuelta cerraron varios lugares y decidieron no otorgar más licencias."

Luego leo, que los policias vigilan quien lleva puesta música en su cellular... Van a ser días más que especiales. Allí lo han sufrido en vida y en muerte.

    Foto Bonita Pietilla. La Habana, nov. 2016.