Caminar muy cerca del mar tiene un carácter purificador. Hay algo en su cercanía que se sobrepone a su humedad. Que va más allá de ella.
Yo quería abandonar pero mi amiga Beate que vive en Berlín y tiene el mar a cuatro horas lo desea mucho. Llevábamos casi quince años sin vernos y entre amigos que visitan la ciudad no puedes darte el luxe de no sentir como te hacen ver otra ciudad.
Yo quería abandonar pero mi amiga Beate que vive en Berlín y tiene el mar a cuatro horas lo desea mucho. Llevábamos casi quince años sin vernos y entre amigos que visitan la ciudad no puedes darte el luxe de no sentir como te hacen ver otra ciudad.
Explicarle cómo era Barcelona antes de abrirse al mar es casi imposible, era otra Barcelona que no vivi, pero agradezco que aprendiera a buscar el mar como La Habana donde nací, que tuvo paseo marítimo 90 años antes. Allí conocí a esta amiga con la cual recorro esta ciudad frente al mar, en esta andanada yoga que une ejercicio mental, silencio, control de diabetes y hormonas de la felicidad, también buscando sinergias habaneras sin pensarlo.
La Barcelona después del 92 es otra. Aún no entiendo al escritor Vázquez Moltalbán que se opuso ferozmente a esta transformación mientras le encantaba La Habana, cuyo encanto reside en su paseo marítimo o sea el Malecón.
He disfrutado y disfruto tanto del mar con mi hija que pude enseñarle donde jugaba. Donde corrimos con los patines. Donde fue que traje a mi niña con una semana de nacida a ver el mar.
No es difícil hacer una reconstrucción de mi vida sobre el mar desde la Barceloneta al Fòrum sin leer lo que está escrito en el agua sobre mi. Pues lo vivido en la arena y en los Chiringuitos, en cumples de amigos, en ver a mi hija subiendo esas torre Eiffel de cuerdas que tanto le gusta va escrito por dentro.
No es difícil hacer una reconstrucción de mi vida sobre el mar desde la Barceloneta al Fòrum sin leer lo que está escrito en el agua sobre mi. Pues lo vivido en la arena y en los Chiringuitos, en cumples de amigos, en ver a mi hija subiendo esas torre Eiffel de cuerdas que tanto le gusta va escrito por dentro.
A partir de ahora no solo voy andar los tramos que siempre hice. Me obligaré a la memoria del andar sobre el agua.
Nota
Los expresidentes de la Generalitat: Jordi Pujol, Pasqual Maragall. El arquitecto conservador y posmoderno Ricardo Bofill, (Hotel W) hasta el modernista de izquierdas Richard Rodgers (Centro Georges Pompidou, París). Entre todos, con diferentes intereses son responsables de este paseo. En apoyar el paseo y actuar sobre él desde las instituciones.
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