domingo, 19 de agosto de 2018

Desayuno en el Somewhere en Sant Cugat. He recordado el verde intenso de Berlín en el tren.

TEXTO DEL LIBRO ME GUSTA DAR DE COMER A LOS ELEFANTES

Baixador de Vallvidriera, Les Planes, La Floresta, Valldoreix...un verde que agradezco una extraña conciencia de ir en un tren que atraviesa la montaña del Tibidado (Sierra de Collserola)  en Barcelona, y curiosamente parece que viajo por Berlín con un verso de Góngora en la cabeza "humilde soledad verde y sonora." No quiero estar solo hoy en Barcelona con gente de fiesta en Grácia. 

Desayuno en el 'Somewhere Café, un cappuccino de limón excelente, mientras espero la tostada de aguacates, del verde parecido a los árboles que acabo de ver. Con un huevo encima poco hecho y lleno de especias verdes y tomate cherry. Cuando rompo el huevo parezco un asesino al salir la sangre amarilla de la yema de huevo.
  
A mi alrededor, hay mujeres acabadas de duchar en ropa de verano de temporada, y el viento me trae un champú enloquecedor que pudiese ser lavanda de una calle de Niza de donde he vuelto hace un mes, o será mi nostalgia.
Parezco un adolescente haciéndole fotos a la espuma del cappuccino, cuando veo a una adolescente real hacerle una foto a la ensalada que se come con su madre.
Hace años no venía a Sant Cugat y este lugar es una premonición a ser feliz.



#somewherecafe
#megustadardecomeraloselefantes
#arseniorodriguezquintana
#poemas





Picaporte del Somewhere
Rincón Vintage
Desde la calle


Exterior superior del Somewhere

Un mes antes que cayera el puente Morandi en Génova, pasamos mi sobrino, su mujer y nuestros hijos por él.


Estuvimos un finde semana en Génova el 7 y 8 de julio. Un més y  7 días después, 14 de agosto,   este puente por el que pasamos cantando y felices,  tanto la ida como la vuelta en esta ciudad absolutamente maravillosa, se cayó, y mató a 38 personas, y aún hay una veintena de desaparecidos. 

Hoy es el funeral de Estado en Italia, y estos acusan a la Union Europea por no dar dinero para reparar los  puentes,  y la Unión a ellos que es su responsabilidad. 
Es impresentable que ocurra esto en un país de la Unión,  por donde pasamos todos los que vivimos en Europa.  Nosotros veníamos de Niza. El desvio por la no existencia de este puente al sur de Italia será ahora de 120km.

Las dos fotos las hice desde el salpicadero del coche  con mi cámara, sin imaginar que le quedaba poco más de un mes de vida a un puente que se me antojaba muy seguro. 
Esta foto que sigue es precisamente el tramo que se hundió. No era nuestro día para una caída,  pero mi primer libro de cuentos  publicado en solitario en La Habana, 1999, se llamó "La caída y otros deseos." 

No dejo de pensar en ese vacío desde que ví la noticia. Por eso me apresuro a vivir, pues el diseño de nuestro final está escrito pero no nos está dado, el poder de leerlo. Esto último parece que me lo ha dictado  Jorge Luis Borges en el sueño.

Esta foto es justo del tramo que se cayó. Como se puede ver en el dibujo. Se le pone mal cuerpo a uno saber esto.