"Jeanne era de elevada estatura, "una mestiza de tez cobriza, con grandes ojos oscuros, labios carnosos, bella cabellera ondulada de color negro-azul, y algo divino y animal en su porte a la vez", diría de ella Théodore de Banville, otro de sus amantes. Baudelaire la llamaba la Venus Negra, y le dedicó muchos de sus poemas."
Otra vez en París (1842), después de que su padrastro lo enviara a la India y solo llegó hasta Isla Mauricio, hermana de Isla de la Reunión, y ya en disposición de la fortuna que ha heredado de su padre biológico, Baudelaire conoce a Jeanne Duval -una mulata que será la más querida de sus amantes- y se entrega a cuantas disipaciones ofrece la vida parisina.
Dandi con la misma entrega que pone al emborracharse, al fumar hachís y al comer opio, se pasea por los Campos Elíseos con el pelo teñido de verde.
Duval, (cuyo verdadero apellido era Lemer o Lemaire) fue una bailarina y actriz nacida en Haití con descendencia francesa, alrededor del año 1820. A sus 20 años, ella fue la musa del poeta, cuando Duval dejó Haití para ir a Francia, ambos permanecieron juntos, por las siguientes dos décadas. Se ha dicho que Duval puede ser la mujer que Baudelaire más amó en su vida, después de su madre. Se confirma que lo fue tras la cantidad de poemas que dejó escritos dedicados a ella y sobre todo su carta de un suicidio que al final el poeta no cometió...
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En 1845 el poeta tuvo intención de suicidarse. Escribió a Jeanne una carta que decía:
Carta a Jeanne Lemer... el amor de mi vida
30 de junio de 1845
"Yo me mato -sin ningún arrepentimiento- yo me mato. No apruebo ninguna perturbación que los hombres suelen llamar arrepentimiento -Mis deudas jamás han sido un arrepentimiento- nada me es más fácil que controlar ese tipo de cosas. Pero yo me mato porque no puedo seguir viviendo, el cansancio de adormecerme y el cansancio de despertarme, me son insoportables, yo me mato porque me siento inútil a los demás y peligroso a mí mismo, yo me mato porque me siento inmortal".
30 de junio de 1845
"Yo me mato -sin ningún arrepentimiento- yo me mato. No apruebo ninguna perturbación que los hombres suelen llamar arrepentimiento -Mis deudas jamás han sido un arrepentimiento- nada me es más fácil que controlar ese tipo de cosas. Pero yo me mato porque no puedo seguir viviendo, el cansancio de adormecerme y el cansancio de despertarme, me son insoportables, yo me mato porque me siento inútil a los demás y peligroso a mí mismo, yo me mato porque me siento inmortal".
La belleza exótica de Jeanne conecta con la animalidad femenina presente en la poesía que Baudelaire. Jeanne era una persona con un caracter sencillo, ausente de complejidad, conflictiva y exuberante, un perfil que generaba en el poeta un sentimiento ambivalente de amor y odio.
"Tú que, como una cuchillada;
Entraste en mi dolorido corazón.
Tú que, como un repugnante tropel
De demonios, viniste loca y adornada,
Para hacer de mi espíritu humillado
Tu lecho y tu dominio.
¡Infame!, a quien estoy ligado
Como el forzado a su cadena"
El vampiro, Baudelaire. (Traducción de María Fasce)
"Tú que, como una cuchillada;
Entraste en mi dolorido corazón.
Tú que, como un repugnante tropel
De demonios, viniste loca y adornada,
Para hacer de mi espíritu humillado
Tu lecho y tu dominio.
¡Infame!, a quien estoy ligado
Como el forzado a su cadena"
El vampiro, Baudelaire. (Traducción de María Fasce)
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