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domingo, 26 de diciembre de 2010

Un planeta cercano: Eduardo Mendoza


Paseaba con mi madre un domingo por la mañana por el Passeig de Gràcia, hace un año, cuando a la altura del edificio La Pedrera, de Gaudí, me encontré por segunda vez con Eduardo Mendoza y su esposa; el autor de La Ciudad de los Prodigios, un libro de ficción que muestra como ninguno los orígenes de esta ciudad modernista entre 1889-1929. Recordaba la primera vez que nos habíamos encontrado en la tienda de discos FNAC, y entonces él me había recomendado los arreglos de Pau Casals sobre las seis suites para chelo de Bach, y, además, me insistió fervientemente para que escuchara el concierto de la Casa Blanca que ofreció Casals ante Jacqueline Kennedy y su marido. 
Sus recomendaciones sobre el músico clásico catalán me han señalado un camino que ya había abierto en La Habana, la musicóloga y amiga Carmen María Coopat quien se tomó muy en serio que yo comenzara a escuchar con detenimiento música clásica para poder escribir sobre música popular y especialmente del compositor cubano Esteban Salas (1725-1803), que es él músico clásico más antiguo de Cuba. De quien se conserven partituras, y para algunos abre las cenas de Navidad habaneras y ahora, parisinas, sevillanas y catalanas nuestras. Fue el único autor que quise comprar para dárselo a Mendoza, pero no había en la tienda.
En mi estudio tengo la foto, que ahora comparto con todos, donde aparece mi madre entre Mendoza y yo en la acera del Paseo de Gracia con losas que diseñó Gaudí, para suerte y escenografía de los tres. Mientras miro la imagen recuerdo que Enrique Vila Matas escribió que en este paseo uno se podía encontrar a cualquier persona, él incluso se encontró con autores que deseaba ver y ya se habían ido de esta tierra, yo aunque sea una sola vez, quiero encontrarme a José Lezama Lima leyendo en voz alta como los griegos…
Una oscura pradera nos convida, sus manteles estables y ceñidos, giran en mi, en mi balcón se aduermen…


viernes, 24 de diciembre de 2010

Mi primera postal navideña: Danza de la Torre Eiffel. París 1999-2000.

Los franceses le llamaron la danza de la Torre, en 1999...
 
Lo primero que vi fuera de mi país, y me dio conciencia de no estar en él, fue la decoración navideña de un barrio cercano al aeropuerto de la capital de Bahamas, donde hizo escala técnica mi vuelo a París. Ahora lo cuento tranquilo, pero cuando vi que el avión comenzaba a aterrizar con solo dos horas de vuelo me asusté, pensé que había regresado, y me dije, no puede ser… Todo cambió cuando miré por la ventanilla y vi los patios ajardinados con árboles iluminados e intermitentes, junto a las casas con cintas de luces en sus fachadas como antes titilaban las marquesinas de los cines habaneros. Supe que esa no era La Habana. 
Luego vi los árboles de todo el paseo de Champs Elysées, que tenían las ramas tejidas de luces, y de lejos parecían el guante ajustado que usaba Michael Jackson en sus actuaciones. Ese fin de año, 1999, tuve la suerte de mi coincidencia con el fin de siglo y vi bailar la Torre Eiffel como nunca antes se había visto brillar con luces y fuegos artificiales.
Por estas fechas, los árboles de Navidad de todos los comercios y lugares, las calles iluminadas y el ambiente efervescente en sentido general están asociados a mi llegada a Europa, y aunque  antes de venir no tenía tradición de estas fiestas, me cuesta tener un espíritu crítico hacia ellas, pues son innatas a mi sensación de libertad y, además, es algo que forma parte de esta cultura, como dice el genio Boris Larramendi Méndez en una canción: “ya todo estaba inventao... nadie esperaba por mí, …”
Han pasado quince  años y conservo la revista Paris Match, donde aparecen las fotos de la danza de la Torre, aún no puedo creer que estuviera allí, con (Amore habanero) a mi lado. Hoy estoy convencido de que seis años después fecundamos a nuestra hija con el eco de aquellas luces que llevamos dentro, su rostro se enciende como el árbol de la vida cada vez que ve las luces de Navidad.
Quiero y deseo que todo el que lea este post tenga no solo la felicidad que desee, sino incluso la que no espera, que el dolor que tenga en forma de soledad, lejanía o exilio, sea lo más leve posible, y que su gran problema el próximo año sea, tener que contener la sonrisa.


Felices Fiestas.

jueves, 23 de diciembre de 2010

CD Yo no tengo la Culpa. Boris Larramendi.2002







De la mano de Alejo Stivel, productor de grandes figuras del panorama español, Boris Larramendi fue tejiendo un disco bastante cercano al mercado hispano, aunque un poco distanciado, en cuanto a temas sociales, de su anterior militancia dentro del tandem Habana Abierta. 
La pieza Yo no tengo la culpa, que abre el álbum, refleja un estilo entre el reggae y el ska que tanto juego le ha dado a Manu Chao, quien se ha apropiado de esta sonoridad junto al grupo barcelonés Macaco. La diferencia de los ritmos de Boris está en los acertados pasajes tocados con tres cubano. Hacia el final de la pieza aparecen coros que se acercan más a la factoría de Habana Abierta (anterior al de Manu Chao en solitario). 
La segunda pieza, Una de dos, es una balada-pop donde el tumbao criollo entra en juego
para darle más fuerza a los compases fuertes de los estribillos, a donde regresan los coros. El tema termina con un pasaje de rap que personaliza mejor el disco y recuerda su peso     armónico dentro de las canciones que Boris compuso para Habana Abierta. 
 Marea (Pero me encanta) es posiblemente la mejor canción del CD, la única en que comparte autoría e interpretación —como era de esperar— con otro miembro de Habana Abierta, Alejandro Gutiérrez. La intención de la programación de los metales es excelente, y la improvisación de Gutiérrez notable. Esta pieza entra dentro de una tendencia rokcason, pues todos ellos echaron a andar mucho antes de que se revalorizara la obra de Carlos Santana, hace dos años. 
 Tú me cuidas, la número cinco, más que un bolero-pop es una balada con intención de bolero, que equilibra muy bien la sonoridad general del disco, en la que predomina la sincopa del son y los bajos fuertes del funk. Es una pieza al nivel de Miel. La siguiente, Gratis, es una de las metáforas mejor logradas en la obra de Boris. La pieza genera mucha esperanza y recuerda una fuerte influencia de los boleros-rock de Gerardo Alfonso, de quien Larramendi fuera seguidor en sus años de formación: "Todavía amanece gratis, todavía sigo colgado de tu olor". 
 En Malo malo Boris Larramendi demuestra que no rechaza el acercamiento a un rock and roll clásico, que deslumbra por la frescura y limpieza de su estructura. Se trata de un tema pegajoso y candidato a hit del disco en las emisoras españolas y cubanas. 
 Hay otras piezas destacables en la placa, que se mueven entre la conga y el ska con elementos reggae, pero mejor preservar su descubrimiento a los melómanos. El cierre no pudo ser más eficiente: un tema notable como El sabor del fin, que ya Larramendi había incluido en el disco Habana oculta. Con la diferencia de que en Yo no tengo la culpa se grabó sólo a guitarra, quizás para recordar los orígenes en la emblemática Peña de 13 y 8.

texto publicado en 2002. Encuentroenlared, vuelto a publicar en mi blog

viernes, 17 de diciembre de 2010

Zona congelada


Como diría Guillermo Cabrera Infante, Barcelona padece hoy de bruselosis, un cielo gris al estilo de Bruselas donde él vivió un tiempo. El Mediterráneo, como espejo, contribuye a generar un paisaje gris de invierno, con solo dos grados, pero con sensación térmica de cero. Los inviernos en mi país natal no eran muy fríos, pero tenía sus zonas...
Mientras mi esposa y yo estábamos de viaje como miembros del equipo de producción de un concierto, de un cantautor amigo, en el Teatro Terry, redescubrimos Cienfuegos. A ambos nos nació espontáneamente un Plan B, si no nos íbamos, nos mudaríamos para allá, y preferiblemente a las inmediaciones del Hotel Jagua, en Punta Gorda, donde sus casas dan a la bahía por la fachada y por el patio, casi una isla.
Fue el último viaje interprovincial que hicimos juntos antes de irnos, y el que más nos marcó. Tomamos conciencia del afrancesamiento urbano de Cienfuegos, su mirada a la bahía, sin tanta decadencia urbana como la de La Habana Vieja, ya por aquel entonces siempre oscura y llena de policías. En esta ciudad, también conocida como la Perla del Sur, había claridad, sus calles amplias y bien diseñadas, y quizá algunos policías, pero no eran los mismos que ya me conocían y, no obstante, cada día me exigían les mostrara mi identificación por absurdas razones.
Me impactó el diseño del cementerio de Reina, con sus nichos del siglo XIX similar al antiguo cementerio de Espada de Centro Habana, que bien describe Guillermo Cabrera Infante en una de sus novelas.
Pero lo que más me gustó y donde quería tener mi casa era en esa breve península de Punta Gorda, con palacios eclécticos de inicios del siglo XX, casas de madera con techos a dos aguas, portales y celosías, donde me imaginaba paseando por las tardes con la niña que tuviese, siempre quise tener una niña.
Cuando hablé en el hotel de esta posibilidad con un camarero me dijo: - eso es “zona congelada”, ni sueñes; me asombré, - ¿por qué?; -porque la casa que viste que está cercada y con posta policial y embarcadero de yates casi en el centro, es la de Fidel Castro, todos los que vivan alrededor, tienen que ser investigados por la seguridad, y si tienes familia en el extranjero o has tenido algún lío con la monada (policía), ¡olvídate!
Solo ahí desperté y decidí que mi Plan, tenía que ser solo el Plan A, irme adonde fuera y a como diera lugar, cada lugar de esa isla tiene un solo dueño.

martes, 14 de diciembre de 2010

La Holanda del Caribe: las bicicletas no son para el verano

Obra de Marcel Duchamp
Hay una chica que trabaja conmigo, que el lunes le robaron la bicicleta en la estación de trenes del Prat de Llobregat. Hace alusión a este tema en la mesa donde comemos con otras personas y me pregunta si en La Habana yo montaba mucha bici. Le digo que hubo una época, hace más de diecisiete años, que la crisis puso a todos en dos ruedas, y precisamente al comediante en jefe, creativo en metáforas le gustaba mucho decir: que éramos La Holanda del Caribe; con el matiz de las bicis que dio el gobierno para los trabajadores eran chinas, marca Forever, hechas de acero muy pesado y carentes de sistema de cambios. Mejor lo tuvieron algunos universitarios que  alcanzaron un modelo ruso plegable.
En cambio, no le dije, que con la brutal diferencia de que la crisis de la que hablo,  (Caída en cascada del sistema socialista Universal tras el muro de Berlín en 1989) también abarcaba los alimentos, y montar bici el año entero con una baja alimentación y 27 grados de media anual, te deshidratabas y desnutrías. Esto generó grandes brotes de enfermedades y un adelgazamiento general de la población en grandes proporciones, y no estudiadas  con la transparencia pública necesaria. La bici no era una actitud económica y ecológica como suele usarse aquí, como alternativa al metro, bus, coche particular o moto, allí la bici era un medio de trasporte casi único, si no te movías en  dos ruedas no comías, no trabajabas, no existías.
Yo tuve la suerte de que mi padre marino mercante, me regalara una traída de Japón, de segunda mano, cuyo sistema de cambios de velocidades Shimano sigue siendo uno de los mejores del mundo. Cuando no había luz en toda la Habana Vieja e íbamos a casa de una amiga (para felicidad nuestra hoy embarazada de su segundo hijo) yo no cambiaba las velocidades para no llamar la atención sobre mi bici japonesa, corría el riesgo de ser agredido seriamente para despojarme de semejante “lujo”.
Hubo cuentos muy terribles sobre grupos organizados de ladrones que ponían un cable de acera a acera para quien pasara pedaleando cayera del fuerte impacto, y aprovechar -como en un chiste de Chaplin-, cuando la bici siguiera sola, montarse, e irse.






domingo, 12 de diciembre de 2010

Conozco a la Virgen de Guadalupe

Esta afirmación no es de un loco, sino de alguien que es incapaz de agradecer a una madre anónima, que con dos hijas, una madre y un padrastro-padre, entre La Habana Vieja y Santiago de las Vegas, fue capaz de dejarlos por un tiempo para irse a Miami con sus hermanas, para desde allí, poder salvar en la medida de lo posible, las carencias de una familia que su gobierno se mostraba y muestra incapacitado para tomar medidas de apertura económica y civiles e intentar así salir de una crisis que dura 50 años.
Tomar esta decisión no fue fácil para ella, separarse de los más queridos siempre es un desgarre, pero hoy hechas las cuentas de lo que evitó que viviéramos, no había solución posible. A veces el cariño retrasa decisiones que luego el futuro termina por pasar factura, por no haber sido más prácticos en momentos esenciales, hubiésemos seguido juntos, pero hundidos y Perdidos como esa serie norteamericana que siempre he pensado se inspiró en nuestra Cuba.
Ella hizo la promesa de enviarnos remesas para nuestra supervivencia cada mes desde 1993 hasta 1999, y cumplió a rajatabla, luego supimos de su precariedad laboral e impagos de algunos de sus jefes, sus carencias de vida dentro de una sociedad dura y desconocida, pero eso jamás interfirió para que la ayuda llegara como ese reloj tan famoso de Londres que ella pronuncia tan bien en su inglés que aprendió en la Universidad de La Habana, y consolidó con los Beatles, en aquellos convulsos sesenta donde hizo amigas para toda la vida en la Facultad de Letras.
Sé que es una extraña virgen con una nieta del otro lado del Atlántico, pero  ella se ganó ese lugar junto a la patrona del día de su nacimiento con la voluntad y el estoicismo propios de quien asume decisiones que luego prevalecen en el eje de su vida. Sé que no es la única, pues cada familiar que envía una remesa a La Habana, también es adorado en un altar para quien la recibe, ellos son los verdaderos héroes del siglo XXI, y sin duda también es un homenaje velado a Miami, que ha sido en los últimos 50 años el mayor sostén de la familia cubana.
A Guadalupe Vidal en su día.


sábado, 11 de diciembre de 2010

Apenas abro los ojos... y veo Damas sin Miedo

Carlos Varela en concierto.





Parte del título de este post, es una canción de Carlos Valera que se hizo famosa en La Habana de los noventa, Apenas abro los ojos:

Apenas salgo a la calle/alguien se empieza a quejar/ se pone a hablar de mi anhelo/ dice que es muy largo ya/ y en la esquina hay un letrero/ que dice: Libertad/ dice mi verdad.
Cada vez que el público de distintos escenarios escuchaba la palabra libertad, aplaudía rabiosamente apoyando semejante osadía de Carlos en plena dictadura que duraba ya casi cuarenta años.
Recuerdo esto y siento vergüenza por mí y por toda mi generación, que no supo convertir esos aplausos tímidos dentro de la oscuridad de los teatros, en un grito en plena calle y ante toda la policía nacional, como ahora hacen las Damas de Blanco, a pleno sol y rodeadas de otro coro de infames que gritan otro lema, que aquí no voy a poner.

Estas Damas le han perdido el miedo al rey verde pero muchos de los que aplaudíamos a Carlos decidimos marcharnos a buscar libertad fuera de ese escenario antes de buscarla, y exigirla en nuestro espacio, sé que también irse es un derecho, pero me sigue dando mucha pena hasta dónde tenemos sembrado el miedo, ellas solo son diez o doce, nosotros llegamos a ser más de cuatro mil. Si con ellas no pueden, a miles les hubiese resultado difícil pararnos, y me hace ilusión pensar que mucha gente del Vedado y de Centro Habana, (pues el recorrido virtual que me invento debía comenzar en 23 y 12, seguir por Malecón, y continuar hasta el Castillo de la Punta) se hubiese unido al grito de ¡Libertad!, ¡Abajo la dictadura! Por ahora solo es un deseo de lo que hubiese querido que ocurriera, por ahora, hay más coristas que gritan a favor de la dictadura, que en contra de ésta. No obstante, yo le daría el Nobel de la paz a estas Reinas por ser tan Damas, similar a como la Academia Sueca se lo ha dado a Liu Xiaobo, desafiando a la poderosa China.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Emilio Aragón, Andrés Montes nacidos en Cuba y...


¿Qué tiene que ver, un payaso español Miliki, con una pianista cubana Zenaida Manfugaz, y ambos con una pareja de cubanos anónimos a quien el gobierno de la isla  le quitó sus bienes al triunfo de la Revolución? Pues que con los años todos tendrán descendencia como emigrantes y sus hijos serán actores y locutores reconocidos. Un estímulo para los que emprendimos ese mismo camino, después, dejándolo todo.

Emilio Aragón, nace en Cuba, en abril de 1959, de padre español, Miliki, y madre cubana, se lo llevan muy pronto del país, y comienza su estela de éxitos en los años setenta junto al padre en TVE. En los noventa bate récords de audiencias con la serie Médico de Familia, donde es productor y actor principal; luego produce varias series de éxito como 7 vidas o Aída, es el actual director de la cadena La Sexta.
Gabino Diego, triunfó rotundamente en el cine, en 1989, con Ay Carmela, de Carlos Saura, donde ganó el Goya como mejor actor, y repitió éxito con el Rey Pasmao, dos años más tarde, y de ahí hacia acá no ha parado. Mientras que Emilio Aragón hace de su cubanía, bandera, ha cantado y tocado con Celia Cruz, presume de amistad y trabajo con el actor cubano Alexis Valdés; Gabino, vive la cubanía de sus padres sin mucho ruido, solo en contadas entrevistas suele decir frases como ésta: “–Sí, sí, soy hijo de cubanos, aunque no tienen que ver con la salsa”.(…) Nací el 6 de septiembre (1966) y no me inscribieron hasta el 18. ¿Cómo se les olvidó? Venían de Cuba y hubo algún problema de papeleo. Me apuntaron tarde. Vamos, que ya empezó mal la cosa(…). Sus padres, descendientes de asturianos eran gente anónima, salieron de Cuba tras las expropiaciones que les hizo Fidel Castro. Gabino, en cambio, prefiere no expresar en público su opinión sobre política cubana, aunque imita burlonamente a Fidel Castro.
En esta década que llevamos del siglo XXI, el locutor negro Andrés Montes ha dejado una huella en todos los aficionados del fútbol, en la cadena La Sexta…Cuando hablando del Barça apuntó la expresión creativa de que jugaban al Tiki-taka, definición que luego recreó en una palabra jugones, que hoy todos los demás narradores deportivos usan para la selección española, claro el Barça, es el ADN de esta selección, hoy campeona del Mundo 2010, sin lugar a dudas. Qué casualidad, Montes, hijo de una guantanamera, la pianista clásica, Zenaida Manfugaz, y termina trabajando en La Sexta que dirige Emilio Aragón, también hijo de cubana.
La historia de Montes es más triste, no solo porque murió en la cúspide de su carrera como locutor brillante hace muy poco (2009), sino además, porque su madre, con tal de no dejar su carrera, lo dejó con dos años en Madrid con unos familiares, y siguió con sus conciertos por el mundo, ella había decidido no volver a la Cuba de los Castro.
Hace unos días, al ir a votar en las elecciones catalanas a la presidencia de la Generalitat, he recordado que uno de los fundadores del Partido Socialista Obrero Español, fue un cubano, santiaguero, Paul Lafargue, yerno de Carlos Marx. ¿Habrá que pensar en crear un diccionario del exilio de anónimos y sobresalientes?




martes, 30 de noviembre de 2010

Tres notas de un padre de familia


Del libro ME HUBIESE ENCANTADO PARIR A MI HIJA

Al nacer.
Maya hace un silencio de luz cuando se alimenta, prendida a un pezón pone todo el proyecto de su vida al resultado que saca de la succión.
Su alegría es similar a los magnates del petróleo cuando hallan una veta de oro negro en tierra firme. Es la primera noche los tres juntos. Soy feliz en la Sagrada Familia que soñé una vez con alas muy grandes en aquella isla.
Con un año y unos meses.
Por el lector de sonidos para bebés siento la respiración de mi niña y su madre en un otoño suave. Estamos a más de diez  metros, dos  puertas y yo escucho muy bajo a Elis Regina, con ella sigo la trayectoria del sueño de ambas. No sé nada del futuro pero me basta con ser el custodio de la síncopa  aire madre-hija.  Soy conciente que no he estado despierto todas las noches que mi hija ha llorado de madrugada. Ella aun no puede contarme sus sueños, pero sabiendo parte de lo que pueden llegar a ser, no me gusta que se enfrente con poco más de un año a fantasmas que yo he aprendido a detener, a veces doblando la luz hacia donde va dirigido el sueño e iluminando su sombra… Estaría con un sable toda la noche al borde de su cuna vigilando el tipo de viento que acaricia su cara.
Con dos años.
De los brazos al pecho, del pecho al suelo. Luego salta y hace en menos de diez segundos la trayectoria completa del salón. Vista en un video casero del móvil, Maya me recuerda la arrogancia ágil y veloz de Usain Bolt en sus carreras de cien metros de sonrisa plácida. Para ella andar suelta es el tamaño de la libertad que desea con dos años y tres meses. A mí la libertad me costó treinta y cinco años, una buena luz que me puso carta de invitación en el momento exacto, y saltar sobre el Atlántico hasta aterrizar en París, el 29  de noviembre de 1999.
Todo esto para decir, que Maya dejó la cuna, duerme en su cama y viéndola crecer 
se me escapa de las manos.

A Sarah Caron

viernes, 26 de noviembre de 2010

Guía Urbana: Lluvia dorada

foto Arkolano











Una chica lleva tatuada alas azules en su espalda lisa y firme de veinte años. Las plumas están recogidas mientras describe gesticulando un concierto de The Rolling Stones en el Palau Sant Jordi, donde también estuvimos, y pude ver a Mick Jagger cantar Angie exclusivamente para Yara, quien estaba sobre mis hombros, luego de salirle una lengua mecánica-metálica al escenario que casi se puso delante de nosotros que estábamos en el centro del estadio.
La chica o el ángel con alas, sabe el poder que genera al hablar catalán y castellano indistintamente con dos amigas, ante gentes en el vagón de metro que no dominan su lengua como ella sus alas. El asombro por su bilingüismo lo convierte en magia de un coqueteo que le termina dar forma a su cuerpo que se pone reverso cuando descubro un ojo egipcio tatuado en su cuello del que cae una lágrima.
Vamos en la misma dirección después de bajarnos en la estación de metro Liceo, línea verde, en plena Ramblas. Las alas comienzan a abrirse, o sus brazos, luego los baja después que se despide de sus amigas.
Su risa anterior mientras contaba anécdotas demuestra que va pasada de alcohol.
Pasamos por la Plaza del Pi, (del Pino, en castellano) está desierta, yo voy detrás, ella, de repente, mira a todas partes como quien piensa que la van siguiendo y, sin que dé tiempo a reaccionar, se baja el pantalón y el tanga rojo, como si se quitara la piel, detrás de unos tanques plásticos para reciclaje de basura, y comienza a orinar con fuerza. Varias personas alrededor, entre ellos yo, hacemos todo el esfuerzo por mirar lo menos posible, pero es falso.
Cuando toma conciencia de que varias personas la miran, se rió, como quien pasa de todo, y de todos. 
A mí se me quedó grababa la imagen de los All Star rojos salpicados de orina junto al tanga rojo tocando el suelo y un culo liso y firme de veinte años muy blanco, casi transparente, lejos del sol. Ese día escribí: el tanga es una invitación, sus efectos solo son notables cuando se está bajo esa piel, húmeda...  No era la primera vez, que algo así me sucedía, también hace años en el malecón habanero, anoté para un libro erótico inédito:  
Su boca es del mismo tamaño que su cavidad inferior. Sus labios son del mismo tamaño que sus labios mayores. La distracción de la lengua es infinita. Sabe que puede entrar en el paraíso.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Mi Tweet favorito: Tengo dos patrias, Cuba y la Noche



Ya sabemos que twitter es una red social donde el mensaje de texto que envíes no puede tener más de 140 caracteres. Técnicamente se lanzó en español, en noviembre de 2009, justo hace un año, pero los twitteros, en la historia de la literatura han existido siempre bajo conceptos como aforismos, apotegmas, citas, sentencias, haikus… Que pueden encontrarse dentro de obras menores o mayores de la literatura.

En mi formación de escritor autodidacta, una de mis mayores obsesiones ha sido rastrear siempre esas líneas magistrales de escritores que me han influido donde quiera que aparezcan, incluso, soy un fan de copiar graffitis de textos. Uno de los últimos que descubrí, ilustra este post: El jazz me la pone dura.
La frase que da título a este texto, es del escritor y político José Martí, y me fascinó siempre porque asumir la noche como la patria, es de un simbolismo extraordinario, sobre todo si estás en el exilio. La línea que más me gusta para definir la poesía, la rescaté de una entrevista a José Lezama Lima: La poesía es un caracol nocturno en un rectángulo de agua. De poetas españoles, una nota de Juan Ramón Jiménez cuando estaba de viaje de novios en Nueva York me quedó grabada: ¿Es la Luna, o un anuncio de la Luna?, para mí refleja la magnitud del impacto de una ciudad en un poeta.
Fue mérito del poeta Ezra Pound, la idea de reducir una novela al tamaño de un verso, o sea, hoy un simple tweet, él no pudo, pero el graffiti habanero que más se me parece a ese concepto fue: Lina, Carlos aun te busca, que un día vi en G y 23.
Jorge Luis Borges, para mí, cerró la polémica del origen del tango: Habanera, madre del tango.
Del diario de Anaïs Nin, Henry y June, quizás porque había leído varios ensayos sobre esta hija de cubanos donde se decía que su cubanía no existía en su literatura… “yo era fundamentalmente, una cubana exótica, con encanto, sencillez y pureza. Todo lo demás era literario, intelectual.”
Vivía en Sevilla en el año 2000, sin permiso de residencia, cuando vi un graffiti con rima muy creativo: Ley de extranjería para la Reina Sofía. Para quien no esté familiarizado con la monarquía española, la reina es griega.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Call of Duty: Black Ops: Matar a Fidel Castro...

Empuje, en Francés. Arkolano
Después de que el gobierno cubano protestara por el videojuego, Call of Duty: Black Ops, donde se intenta eliminar a Fidel Castro, el videojuego ha ganado su primera batalla. Creado por Activision, éste ha registrado el lanzamiento más exitoso de la industria del entretenimiento. En su primer día en las tiendas (salió el 9 de noviembre), y sólo contabilizando la distribución en EE UU y Reino Unido, había vendido 5,6 millones de copias y recaudado 360 millones de dólares (261,5 millones de euros). A falta de las cifras globales, desde Activision auguran que los números totales van a ser “impresionantes” (datos tomados de su web).

El gobierno “revolucionario” cubano se ha hecho experto en prohibir durante 50 años a músicos y autores literarios que a la larga forman el ejército cultural más potente que pueda haber planificado alguien para que una generación o dos, de cubanos, se haya ido beneficiando de esa otra cultura de lo prohibido como ningún otro país de Latinoamérica, y algunos países europeos.

Negar transmitir por la radio o la televisión, durante décadas, a músicos cubanos porque se habían marchado del país como: Antonio Machín, Vicentico Valdés, Celia Cruz, La Lupe, Israel López “Cachao”, Gloria Estefan, Willy Chirino, Bebo Valdés, Jon Secada, u otros que abandonaron el país más recientemente, como Paquito de Rivera, Arturo Sandoval, Lucrecia,  Gonzalo Rubalcaba, El Médico de la Salsa, Issac Delgado; censurar escritores como Guillermo Cabrera Infante, Lydia Cabrera, o extranjeros como Mario Vargas Llosa, Milán Kundera, Boris Pasternak, Jorge Edwards, no hizo más que lanzarnos a todos los curiosos e inquietos intelectualmente a buscar luz entre los escombros de lo prohibido, o en las listas negras que iba tejiendo el Estado totalitario con su publicidad de lo negativo.

El ejemplo más reciente fueron los Grammy latinos, el periódico oficial del Partido Comunista, Granma, solo hizo mención a los premios de Leo Brouwer y Chucho Valdés, y olvidó a los también cubanos residentes en el exterior, Arturo Sandoval y Alex Cuba, ambos ganadores de premios Grammy Latino.

Lo paradójico del videojuego, y lo que da motivo a este texto, es que en él, no se mata a Fidel Castro, al menos en la primera misión asignada, sino a un doble que está en una habitación de hotel haciendo el amor con una mulata cubana. El verdadero Fidel aparece después y coge al asesino de su doble.  

Ahora que lo pienso, el Gobierno cubano no tiene tanto miedo de que maten a Fidel, sino de que la gente tome conciencia de que su doble es quien se pasea por La Habana.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Primer cosmonauta mulato y cubano: Arnaldo Tamayo ¿Borrado por la historia?

Nazareno de Semana Santa sevillana. Arkolano
 El 18 de septiembre de 2010 se cumplió el 30 aniversario del viaje al cosmos del primer cosmonauta cubano, latinoamericano, Arnaldo Tamayo Méndez. Nacido en Guantánamo, pasó de ser un huérfano limpiabotas antes de 1959, a primer cosmonauta negro del mundo. Una historia perfecta para un guión hollywoodense.
Quizás nada de esto sucedió... ese mismo año, entre abril y octubre, ocurrieron los sucesos del Mariel, donde alrededor de 125 mil cubanos abandonaron el país en lanchas, hacia Miami, desde el pequeño puerto del Mariel.
Desde la distancia, se hace evidente que el vuelo estelar de Tamayo en septiembre de 1980, intentó tapar un gran fracaso del proyecto revolucionario que ya tenía más de veinte años, o sea, muchos nacidos con la revolución se marcharon para no volver. La estrategia de hacer que los cubanos mirásemos al cielo en vez de al mar, no funcionó, ni como anestesia momentánea.
A mediados de los años ochenta, el trovador Santiago Feliú estrenó una canción, Balada de Griffin, sobre un amigo negro de su barrio que partió en lancha por el mismo puerto del Mariel:

Fue en el 80, por si se olvidan
Algunos amigos de aquella edad, que ya no están,
Tampoco aquel

Del vuelo de Tamayo por el espacio, en nuestra cultura popular no ha quedado ni siquiera un bolero o un son-changüí que lo haga trascender, en cambio, Santiago compuso toda una declaración de intenciones del otro suceso histórico que había partido en dos a una generación, El Mariel, que aun perdura en muchos que tenemos los amigos re-partidos por el mundo.
Sigo pensando que un cosmonauta caribeño fue un logro que deberíamos tener en cuenta; no obstante, la guerra fría tuvo mucho de teatralidad y puesta en escena entre los EE UU y La exUnión Soviética; hoy ya nadie se cree muchos "alcances tecnológicos" de la época que al principio se dieron por ciertos. Si en la actualidad mucha gente cuestiona en la prensa occidental la llegada del hombre a la Luna: ¿Alguien creerá en Occidente que Cuba en 1980, puso un cosmonauta en órbita, o fueron los estudios de cine de la URSS para apuntalar su proyecto de socialismo tropical?
En Google, hay poco rastro de Tamayo fuera de la prensa cubana. En la hemeroteca del periódico de la Vanguardia, solo de Tamayo aparecen tres líneas del día que “supuestamente” llegó a tierra. Siempre me llamó mucho la atención que los cosmonautas soviéticos por esa época, nunca se sabía dónde iban a caer, solo el lugar exacto de su despegue. Quizás esto era una sutil metáfora del socialismo.
No obstante, si no fue real su salida al cosmos, a mí me consuela, el excelente y creativo chachachá cubano de la Orquesta Aragón: “Los marcianos llegaron ya, y llegaron bailando el ricachá, ricachá ricachaá ricachá, así llaman en Marte al chachachá.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Ante la tumba de Julio Cortázar en París

Antes de hablar de la tumba de  Cortázar en el cementerio de Montparnasse, tengo que recordar que nací  a cinco calles de un cementerio en plena ciudad, La necrópolis de Colón, en La Habana que tiene el orgullo de ser la segunda del mundo con más esculturas al aire libre.
No es casual que para los del barrio, jugar a los escondidos, besarnos con las primeras novias y las segundas, era lo habitual; sin contar que el ancho de sus calles principales es similar a las de las calles de la ciudad, y no es extraño que todos los que nos movíamos por esa parte utilizáramos el cementerio para cortar camino, hacia Nuevo Vedado, o el Cerro. Todos tuvimos una ruta entre los muertos para llegar más rápido a una parte de la ciudad muy viva, y nunca tuve conciencia de estar atravesando mármoles que guardaban cadáveres ilustres, malditos o santas que se levantaran como Zombies de madrugada al estilo Thriller, de Michael Jackson, que grabó en un cementerio de Miami. En Miami tengo muchos vivos que me quieren. Y también quedé impactado cuando visité el cementerio bahamés donde se filmó Thriller.
Así nos hicimos aficionados a las tumbas como si fuésemos egipcios.
Allí comencé mi acercamiento al mármol rajado de José Lezama Lima, visitando su tumba, e ideando junto a Radamés Molina un proyecto para hacerle un busto, que quedó en eso, una idea.
Con esta cultura mortuoria llegué a París con el curioso afán de ver a los cadáveres exquisitos que  esa ciudad guardaba, en el primer viaje fui al Père-Lachaise y vi de cerca la tumba de Víctor Hugo, Chopin,  la de Oscar Wilde, la tópica de Jim Morrison, y la del cubano yerno de Karl Marx, Paul Lafargue que está allí junto a la hija de Marx, a su lado, similar a cuando se suicidaron los dos juntos después de ir al cine.
Cortázar tiene encima de su tumba a su inseparable gato con nombre de filósofo, Teodoro Adorno, que curiosamente me recordó un verso lezamiano:
                                   “se extiende como un gato para dejarse definir”

A Cortázar le dejé una nota sobre cuatro amigos escritores y le comenté que tengo un USB y lo

miércoles, 3 de noviembre de 2010

¿Existe un plato típico de comida cubana?

Los cubanos que vivimos en España tenemos que luchar con varios tópicos. Un ejemplo claro sería el llamado “Arroz a la Cubana” que consiste en arroz blanco, con salsa de tomate por encima y un huevo frito  sobre el tomate.  No basta con que en Wikipedia alguien haya escrito que ese plato es español, y no cubano. Siempre que aparece en un menú, alguien del entorno, se ve obligado a decir en mi presencia:  -Mira qué bien, hay comida de tu país. Por más que me canso de explicar que si hay un plato típico de Cuba, seguro que este no sería…, todos se quedan asombrados.
Ahora que se acercan las fiestas Navidades y Noche Vieja (fin de año) es un momento perfecto para hacer una aproximación a un menú nacional cubano que llevaría a una reflexión mucho más profunda, pero que aquí solo intentaré una proximidad a partir de la última comida cubana improvisada que promovió Patricia Menéndez  en mi casa de Barcelona.
La comida fue: Ropa vieja, Frijoles Negros, Arroz Blanco, y para cerrar sugirió, platanitos maduros fritos; esto último, ideal perfecto en esta cena cubana extemporánea e informal, postre pudín y mejor no nos enredemos con el pudding, boudin o no terminaremos.
Ahora, si hablamos de un cumpleaños, u otros acontecimientos mayores, la carne ripiá o ropa vieja (carne de ternera deshilachada en flecos) la podría sustituir por carne de cerdo asada, o bistec de cerdo, o pierna de cerdo asada, que estaría acompañada por chicharrones, que aquí le llaman, para mí, muy eróticamente: Morros. Quizás por un

lunes, 1 de noviembre de 2010

Va de putas: Top Models

Arkolano

Antes de llegar a mi empresa, ubicada en un polígono industrial en las afueras de Barcelona, paso cada mañana por un puticlub de carretera llamado Top Models. Mi pereza al despertar, sobre todo en invierno, no me deja pasar siempre a la misma hora, por lo que el rango de horarios en el que suelo pasar va, desde las 8:20 hasta las 09:00 AM.

En ese tiempo salen del local varias chicas a pie, unas veces están más cerca, otras, más lejos de la puerta trasera por donde abandonan su trabajo. No hay en 656,17 pies (200 metros), ningún otro centro laboral en torno a este espacio, por lo que es evidente que salen de allí.
Por lo general van tres o cuatro, más de una con el cabello húmedo acabado de lavar. Me llama la atención que van riéndose y comentando entre ellas, similar a cualquier grupo de empleadas que saliera de su jornada laboral nocturna de una fábrica. Nada hace pensar que se dediquen al sexo de carretera. Seguro que las que tienen coche y no he podido ver, mucho menos podría confundirse con una puta.

Sólo una vez coincidí con ellas en la cafetería del MUNDIAUTOS, negocio de venta de coches a unos 500 metros, y como estaban en la mesa de al lado, pude escuchar que una hacía la lista de la compra, la otra iba por los niños en casa de su madre, solo una tercera iba a dormir toda la mañana.

El esteriotipo que nos forma la sociedad de estas trabajadoras sexuales es muy diferente de esta realidad que observo cada día, incluso hay pocas emigrantes exóticas entre ellas (me refiero a latinoamericanas y negras del Caribe o de África), que curiosamente son las que más aparecen en los reportajes de televisión española.

Éstas últimas se ubican precisamente en la carretera un poco más alejadas, cerca de la costa. Desde hace un tiempo se han unido al grupo, muchas rumanas ex-socialistas, casi todas con el pelo pintado de rubio. Las rumanas son fáciles de identificar, a algunas las he visto leyendo un libro mientras están sentadas en la silla esperando su clientela, con faldas muy cortas, y hacen un ejercicio con las piernas –tijeras- como si se ventilaran mientras uno pasa en el coche, y percibes el afeitado de labios sin bragas.

Siempre pienso, el socialismo es increíble, ha llevado la cultura de leer hasta las putas de carreteras. Recuerdo cómo el “coma andante” o el “comediante en jefe”, como le gusta decir a mi amigo Fidi, sentía casi orgullo al reconocer que las jineteras cubanas, tenían títulos universitarios, como si se tratara de putas diferentes, eran, aunque las apariencias intentan lo contrario, putas tristes, como todas.



lunes, 25 de octubre de 2010

La soga y la horca

Semana Santa en Sevila. Arkolano
No llevaba un año fuera de su país cuando le enviaron por correo un dibujo anónimo: El lazo de una horca. El afectado que comenzaba a sublimar los fantasmas de una dictadura se vio nuevamente con el terror de la novela 1984, de Orwell, dentro.
Teniendo en cuenta que el creador del envío era dibujante, no es de extrañar que el trazo negro sobre el folio blanco fuese perfecto, como el miedo.
Me consta, que el autor del envío y el destinatario, no sabían que en el film La Soga, de Hitchcock, apareció un cuadro del pintor cubano Fidelio Ponce de León, que tenía un trazo similar al suceso que ambos protagonizan aquí.
El creador del envío murió de un infarto sin cumplir 60 años, pero antes liberó por teléfono al destinatario de su amenaza, a la que disfrazó como un chiste de mal gusto en una época de bajón y frustraciones personales.
Donde otros ponen una raya de coca o farlopa para salir del bache, él hizo un trazo de una horca y se lo envió a un exiliado como él, pero creyó con más suerte.
Con el tiempo el trazo se convirtió en una anécdota, en un chiste colgado en la pared como huella de un suceso. Con este hecho, el destinatario perdió árboles por dentro como el desierto de Monegros, en Huesca. Ganó vacíos como la escultura de Kiki de Montparnasse de Pablo Gargallo… ¿a quién no le pasa fuera del país de origen?
Cambiar de ciudad en la vida es reencontrar fantasmas. La ingenuidad nos hace creer que ya hemos saltado después de salir del vientre y conocemos el riesgo de la caída: falso.
Cuando no se tiene vagina dónde, el problema no está en la caída, sino en el aterrizaje, en contentar la insatisfacción creando espectros.

martes, 19 de octubre de 2010

Unos labios en el metro de Barcelona


El metro se comporta como una cascada que en lugar de agua, va cayendo al vacío mientras avanza por debajo de la ciudad. No obstante, antes de llegar a la parte del Mediterráneo que hizo famoso Serrat en una canción, todas las líneas de metro tienen un pretexto para girar en algún sentido, quizás por la imposibilidad de poder respirar bajo el agua.  Quien hizo el metro quizá no supiera que los esclavos de la colonia francesa de Saint Domingue, creían que para ir al paraíso había que bajar al fondo del mar, donde estaba Guinea.
La línea amarilla gira a la izquierda, y uno descubre una ciudad nueva que preside la Torre Agbar que aumenta su erotismo al iluminarse de azul en las noches. Si bajas desde el barrio de Gràcia en la línea verde, el giro es a la derecha por la parte gótica de la ciudad. Esta línea a pesar de ir bajo la falda del Passeig de Gràcia, modernista en toda su extensión, también

jueves, 14 de octubre de 2010

De Cierta Manera. Desiertas Maneras

Foto de Guillermo Farina

“Le doy a la patria un valor accidental;
No es esencia, sino circunstancia”
Francisco Ayala.

Llevo la mitad del tiempo que Ulises fuera de Cuba. Como Ulises en la Guerra de Troya, estos diez primeros años he luchado para sobrevivir en el exilio contra fantasmas solo comparables a la metáfora de los Molinos de Viento.
No fui oficialmente rey en Cuba; como Ulises en Ítaca, solo me sentí así en algunas ocasiones que coinciden con la familia, la música y el amor a través de una mujer de nombre, Yara, que en araucano significa espíritu de un árbol. Mientras más fui creciendo allí, más me sentí un error geográfico dentro de un sistema que tuvo gran habilidad para deleitar mi desasosiego.
No obstante, allí tengo sobrinos que ya son adolescentes y a quienes dejé niños. Tengo tías que han muerto y no volveré a ver. Tengo sueños, vuelven en verano, de playas muy deseosas que siempre esperan un cuerpo. Tengo la codicia velada de volver con mi hija y caminar por ciertos lugares de mi infancia. Tengo pequeñas victorias y derrotas importantes que necesitan ser escuchadas por la familia.
No he vuelto, solo veo la imago digital de esa isla desde las nubes a través de Google earth. Contrario a Ulises, no he comenzado el ciclo del retorno diez años después, espero el final del viaje de un traje militar y verde, que no te quiero verde, que no te quiero verde... que no te quiero verde.
Ahora, mientras decido si voy, si regreso… Advierto que sí quiero volver a tocar la puerta del cuarto donde durmió Washington Irving en la Alhambra, que acaricié detenidamente una noche en visita nocturna con iluminación de la época nazarí; o regresar a un pequeño pueblo del sur de Francia llamado Meaulnes, que inspiró a Alain Fournier su única novela El Gran Meaulnes; o volver a atravesar el meridiano de Greenwich a la altura del desierto de Monegros  y ver la luna llena detrás de la mujer; la luna …