Laura Pollán ha muerto. Su nombre significa laurel y
victoriosa, en latín. Eso no se dirá de sus verdugos.
Sorprende saber que estaba tan enferma, pero sus dolencias fueron secundarias, como el inicio de su protesta, la liberación de su marido, que luego sustituyó por la de todos los encarcelados, y más tarde por toda Cuba, donde se quedó a pesar de haber tenido la posibilidad de marchar a España con su marido ex-carcelado. Su vida había encontrado un sentido, ser una dama de blanco.
Fue un día triste saber que ya no está, no así su memoria, mucho menos el legado de tantos que han seguido sus pasos de silencio sin miedo al verde olivo de los otros. Algún día la Quinta Avenida, en Miramar, llevará su nombre, eso espero. Que esos cubanos de futuro no olviden alguien que ha sido más que una dama.
Sorprende saber que estaba tan enferma, pero sus dolencias fueron secundarias, como el inicio de su protesta, la liberación de su marido, que luego sustituyó por la de todos los encarcelados, y más tarde por toda Cuba, donde se quedó a pesar de haber tenido la posibilidad de marchar a España con su marido ex-carcelado. Su vida había encontrado un sentido, ser una dama de blanco.
Fue un día triste saber que ya no está, no así su memoria, mucho menos el legado de tantos que han seguido sus pasos de silencio sin miedo al verde olivo de los otros. Algún día la Quinta Avenida, en Miramar, llevará su nombre, eso espero. Que esos cubanos de futuro no olviden alguien que ha sido más que una dama.