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domingo, 31 de julio de 2016

Con mi hija en la grabación de un vídeo clip en una terraza en Barcelona.

Aún tengo la sal de Nice, Marseille,  y San Remo en el cuerpo y ya estoy en el cielo de Gràcia en Barcelona en la grabación de un vídeo clip con mi hija. Agotando las últimas horas de nuestras vacaciones juntos. Para ser exactos la última noche. Así es, la felicidad siempre tiene un fin. 
Sí, yo escribiendo mientras repetían tomas de la canción. Yo escribo hasta debajo del agua. Maya me pregunta: papa,¿ por qué repiten y hay tantas cámaras? Tresor, porque no queda como quieren los que graban. Y las cámaras son para tomar muchos ángulos diferentes. Luego, lo editan y está listo el clip.
¿Que es editar? Editar es unir las partes buenas de cada toma de esas cámaras y hacer la canción completa en imágenes. Así se hace en todos los clips.
Esto ocurrió en el terrado (terraza) de Yaneys Cabrera en Gràcia, que tiene 360 grados sobre Barcelona...Con el Tibidabo al fondo y el mar de frente...la Sagrada Familia a un costado y toda la Gratia de Gràcia a tus pies.
Viajo para buscar otras delicias y la costa azul francesa es un encanto notable... Pero Barcelona compensa con sus atardeceres y música.

Yaneys me envía estas fotos y al verlas le digo. Me encantan. Ella me responde que le encantan los papis pendientes de sus hijas.  Me gustó pero pensé que le recordaba al suyo... la nostalgia. Me bastaría con que mi hija me quiera así cuando no esté.

Aún tengo el azul de Nice pero estoy en Barcelona.


Aún tengo el azul de Nice pero estoy en Barcelona. Falso estoy tocando el cielo en casa de Yaney. Miro el móvil no, escribo, escribo, te escribo.

Paseo por el MuCem: Museo de las Civilizaciones de Europa yMediterráneas de Marseille.



El MuCem, es una caja metálica cuadrada y poética, situada a un lado del Vieux Port en Marseille, un diálogo de sombras entre el viento, el mar y el mediterráneo. 
Ideal, para cuando andas con niños en esta ciudad, y has visto gran parte de sus monumentos más emblemáticos, y vengas aquí a que corran y se dispersen culturalmente muy cerca del mar. 
Fue inaugurado en el 2013. Hecho por el arquitecto italiano, Rudy Ricciotti, aprovechando que Marseille era capital europea de la cultura. 
Ya sé que voy a decir una obviedad pero es una realidad, esto no es solo un museo de exposiciones. Aquí puedes ver cine, seminarios, conferencias, presentaciones de libros, debates sobre cultura y emigración. Tengo el programa en la mano y hacer un resumen de él es imposible teniendo en cuenta que lo dice alguien que lleva casi treinta años escribiendo y publicando. Invito  a ver en internet la cantidad abrumadora y feliz de actividades, pagadas y gratuitas que se hacen aquí.
Hay que tener mucho arte para tejer una tela metálica de siete plantas alrededor de un edificio pegado al mar. Hay que ser Marseille, para que un edificio así no parezca algo extraño. Bajar por las escaleras con esa tela alrededor, que no deja que tengas mucho sol, ni tampoco que pierdas el olor del mar ni sus vistas a la isla de If,  y tener conciencia de la historia de Marseille. La literaria y la política. Sin olvidar que sigues viendo la entrada de los barcos a la ciudad.
El viento es una figura cómplice y el contraste arquitectónico del MuCem y la Villa Mediterránea, con su entorno, Castillo de San Jean, y la catedral de Marseilla, es tan diferente, como el contraste de esta ciudad con sus habitantes.






    Visión de la rampa pasarela que lo une al Fort Sant Jean. 


Una plaza medieval en el Vieux Nice/Casco antiguo de Niza.

Las plazas medievales europras te enamoran a colores, esta predomina el amarillo. Son estrechas, vaginales e incómodas  si tienes coche y vives aquí, y trabajas lejos. 

Esta (plaza Rossetti) tiene los mismos colores de los helados deliciosos de Nice. Y por segundo año, las africanas que tejen trenzas a turistas están situadas en el mismo lado junto a la iglesia. Eche de menos, eso sí, a los músicos clásicos del año pasado que tocaban a Mozart desde partituras rusas.

 Esta plaza tiene la gelateria (no diré su nombre)  que le hace competencia a Azzurro, mi preferida.  

Estos chicos me pidieron encarecidamente que les hiciera una foto. 
Así es el verano.