Un organismo popular de vigilancia represiva creado por Fidel Castro hace 58 años, con la excusa de velar por la seguridad de cada cubano y que, en verdad, no era otra cosa que llevar el formato de la KGB rusa, o de la STASI, alemana -los dos de la era socialista-, a la vida vecinal de los barrios para mantener informados sobre movimientos anti-gubernamentales de los vecinos del barrio. O sea, informar sobre todo lo que ellos consideraran disidencia política o artística.
Los CDR cuentan con un Presidente, uno de Vigilancia, entre los "cargos" más importantes, quienes están coordinados con un enlace de la PNR (policía nacional revolucionaria) quien a su vez comparte información con la Seguridad del Estado.
Cada vecino debe afiliarse con obligatoriedad a esta "organización" a partir de los catorce años para, entre otras actividades y trabajos voluntarios, hacer guardias de las 23 horas hasta la 01 hora: vigilar el barrio es primordial.
La efectividad y el éxito de los CDR en difamar de primera mano a los vecinos que, por ejemplo, tengan contactos con extranjeros, hablen "mal" del gobierno, vendan cosas de procedencia sospechosa, que se reúnan o hagan más fiestas de lo habitual donde se escuche música prohibida (en otras épocas rock, músicos que se hubieran ido del país, etc.), ha sido
