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martes, 14 de marzo de 2017

Firenze (Florencia) mi ciudad favorita de Italia.


Tengo la suerte  de enamorarme de las ciudades que visito. ¿Por qué? Sencillo, se me quedan dentro y como todo buen amor a cada rato recuerdo detalles cuando veo o me encuentro una foto mientras busco otra.
Hay ciudades como amores que se quedan dentro y salen. Para que no olvidemos que hemos sido felices allí una vez.







Mi sensibilidad es una abstracción geométrica de Malévich.

Llevo días enganchado a la geometría de Kasimir Severinovitc Malévitch.  Pintor Ruso que conocí en un catálogo en mi adolescencia habanera y me deslumbró en una expo muy completa y monumental en Barcelona hace unos años. De la que me quedó posavasos con estas geometrías de sentimientos maravillosas...
"La sensibilidad se convierte pues,  en vehículo decisivo para la formulación final de la abstracción moderna, pues hace uso de las formas geométricas que se consideran "absolutas" como son el círculo, el cuadrado, el triángulo, y con frecuencia con pintura monocroma."
Kasimir Severinovitc Malévitch, representante del 'Suprematismo,' definía así esta tendencia artística en Rusia de hace cien años. Para mí, define un estado de ánimo personal cuando no te sientes bien en tu entorno. Cuando la naturaleza social de tu existencia no responde a lo que esperabas de ella. Así uno recupera esencias del Tao, que enseña que la existencia es la madre de todo lo que hay, los cosas y el exterior a veces te sobran.
En el "Manifiesto de Suprematismo" publicado en 1913, se define como "la supremacía del puro sentimiento," ajena a cualquier fenómeno de la naturaleza, independiente del medio de donde procede. Malevich afirmaba que el mundo exterior no era útil para el artista. 
Esto último, yo lo firmo. A veces el mundo exterior de nada te sirve.


Kazimir Malévich. 1878-1935