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viernes, 19 de agosto de 2016

Me basta con estar perdidamente enamorado de una sola muerta: Virginia Woolf.

Sí todo lo que me contaste ayer, es cierto, adelanto mi suicidio.
Me basta con estar perdidamente enamorado de una sola  muerta: Virginia Woolf
Para tener que sobrevivir a la muerte de tu piel que me abastece siendo un río.
Sí todo lo que me contaste ayer, es cierto, repito,  adelanto mi suicidio.

Sé que importa una mierda que un poeta se arroje a la nada como el japonés Ozamu Dazai. 
Pero no hay nada mejor  que advertir a quien se molesta en leerme, que me voy porque una pérdida que me hará una cicatriz sin retorno. 
Que no soportas tanta responsabilidad de volver a enamorarte de una muerta, y decides irte con ella a abrazar a Pessoa, Kafka; y preguntarle a ese ruso del hacha de 'Crimen y Castigo,' ¿por qué no reescribe 'Noches Blancas' y nos incorpora.

Como sé que eres libre, y me liberarás en el sky,  buscaré a Elis Regina; que debe tener aún 36 años en el cielo teas su deseso... No para hacerle el amor... Sólo le pediré que me cante: 'Me deixas louca'... al oído.
Sí todo lo que me contaste ayer, es cierto, adelanto mi suicidio.


Nota:
Muerte: '-Me cago en 'tú puta madre' desde ya'. Vida: - te agradezco haberle dado diez años más, para llegar desde el mar hasta mi, intacta sin ser una sirena. Goethe,  pásame el trato que firmaste con el diablo para Fausto, que la quiero viva, libre.

He dormido en tú cama, en el sofá...

He dormido en tú cama, en el sofá, en la cama (donde soñé que me alimentaba de ti siendo un bebé)... pero cuando estuve acostado en el suelo del salón con tú pierna encima...