Ayer en la avenida Paral.le ( junto a Las Ramblas, Passeig de Gràcia, Diagonal y Gran Vía de las más importantes de Barcelona) a la altura del carrer Blai, vi a un grupo de personas poniendo carteles en diferentes partes del mobiliario urbano. Lo que no advertí, fue que además de castellano y catalán los había en árabe. Dado la alta cantidad de emigrantes musulmanes de esta zona los independentistas no han dejado fuera ni a esta población. Me resulta curioso pues nunca que yo recuerde, no he visto aquí a los partidos políticos, poner o solicitar tan explícitamente y en árabe, el voto para sus partidos.
Las medidas de encautar carteles por parte y por orden del juez,(Sabadell la última 113mil carteles ) se festejan en la tele por los partidarios del NO REFERféNDUM como una víctoria. Olvidando -quienes no viven aquí, y no lo ven-, que en esta ciudad lleva en campaña independentista años, en cientos de miles de balcones públicos y privados.
Realmente alguien piensa que impidiendo imprimir carteles y con tantas redes sociales difundiendo esto, la gente no se movilizará. Estoy por pensar que estos carteles son cebos que la Guardia CIVIL va mordiendo. La verdadera campaña está en cada esquina y centro laboral en Barcelona donde el sí y el no viven de en boca a boca.
Es rara esta sensación. Mientras escribo y miro la pegada de carteles no sé si yo también estoy cometiendo un delito, no había tenido esta sensación de delito en 17 años viviendo en democracia en Europa. El gobierno no va de farol metiendo juicios y denuncias. Aquí parece que tampoco.