Sé que con este título señalo una evidencia visual, sí, pero tras esta metáfora se esconde también lo que se bebe de sexo cuando la intimidad pertenece a los cuerpos. Esto no es una foto, es una obra.
Chema Madoz, fotocreador de esta imagen, deja sin cabeza a la modelo, para ahondar en la ambigüedad del cuerpo representado. Los vellos de los brazos y la actitud de los dedos hacen pensar en un hombre travestido, remarcado por unos hombros que resaltan esta posible identidad. Pero el hecho de que arme una metáfora del pubis con una copa de vino, y que el contenido del vino se haga triangular por la copa no resuelve el enigma de la ambigüedad sexual.
¿Cuántas copas de vermut como ésta buscó el creador para que la altura de la mesa y el pubis encajaran? ¿Por qué el vestido es tan sencillo y no hay marcas de que la modelo lleve bragas, es intencional?