El 3 de noviembre de 2000 se develó una escultura de Agustín Lara en la capital cubana.
De bronce y con dos metros de altura, lo muestra en saco y corbata, resaltando su delgadez. La mano izquierda descansa en el brazo derecho, mientras que la diestra se levanta ante su cara para insinuar la presencia de un cigarrillo entre los dedos.
Tiene como fondo un mural pintado sobre un viejo edificio que reproduce el ambiente de su natal Tlacotalpan, en Veracruz