Iba solo. Y me detuve por casualidad en un respiradero del metro donde mi hija suele detenerse a sentir el aire que sube.
Vi por casualidad una cantidad de hojas de perfil atrapadas por su tallo frágil, dentro de las redes de hierro donde sale el aire que las mueve.
Juro que las ví pidiendo auxilio.
Vi por casualidad una cantidad de hojas de perfil atrapadas por su tallo frágil, dentro de las redes de hierro donde sale el aire que las mueve.
Juro que las ví pidiendo auxilio.
Así es el otoño.
Capaz de atrapar hojas que saben hablar
a quienes le escuchan.
a quienes le escuchan.
Quizás último poema del 2014
Arsenio Rodríguez Quintana.
Barcelona.