Miguel Estorch fue un catalán que en
la zafra de 1840-1841 se le ocurrió llevar catalanes a su ingenio La
Colonia en Puerto Príncipe, e intentó que trabajaran como asalariados
en todas las labores de la elaboración de la caña de azúcar, sustituyendo a los
esclavos. Seguramente inspirado en el libro manual de otro catalán José María
Dau, "Ingenio Sin Esclavos," publicado por imprenta de don
José María Palmer, La Habana, 1837 y reproducido en las Memoria de la
Sociedad Patriótico de La Habana, cuyo fragmento ilustra este
post. Su proyecto convertía a los colonos en propietarios. Dau da
las pautas económicas para sustituir a los negros esclavos por catalanes u
obreros asalariados. En defensa de la idea que una base asalariada era
posible para hacer los trabajos azucareros.
La tentativa de Estroch fue recibida
en la Habana con elogios importantes:
“los catalanes de Estorch lo están haciendo perfectamente”, y añade vengativo: “¡Qué ejemplo para los negreros!” José de la Luz y Caballero.
La Sociedad Patriótica de La Habana
también hizo públicos agradecimientos a Estorch por haber introducido en
Cuba el sistema de la “colonización blanca”.
La realidad fue que el experimento de Estroch fracasó, porque quiso que los catalanes que se trajo de la metrópolis trabajaran 18 horas como los negros esclavos. Luego, los catalanes que vinieron, querían que sus hijos fueran tratados como criollos de nacimiento y no como hijos de esclavos. Sin olvidar, que el sueldo que pagaba era una miseria. Y los peor, fue que los "negreros," también catalanes, no les convenía para nada que esto saliera adelante y pusieron muchas trabas y lo más importante, le ofrecieron trabajos en Puerto Príncipe mucho más viables económicamente de los que hacían en el ingenio La Colonia.
Eso ya lo había advertido José María Dau:
"mientras siga la práctica de pagar al labrador diez pesos al mes, una ración mezquina, arbitrios de ninguna especie, nada de familia y que salgan a buscar un hospital de caridad a muchas leguas de distancias, en caso de enfermedad, no hay que cansarnos, no habrá labradores, que gusten derramar sus sudores, para amasar la fortuna de otros,
sin tener la más mínima parte de ella, pues a cualquier cosa que se dediquen en un país nuevo como este, y sobrado de recursos, encontrará más provecho y menos afanes" José María Dau. Ingenios sin Esclavos, 1837
Teniendo en cuenta que la esclavitud no terminó en Cuba hasta el año 1886. A mi me parece una idea bastante novedosa y revolucionaria para la época. No entiendo realmente a historiadores importantes como Manuel Moreno Fraginal quien califica a Estrorch como "traficante blanquero," cuando en realidad estaba ofreciendo una salida diferente al tema de la esclavitud en Cuba.
Olvidar que en ese
momento los contemporáneos catalanes de Estroch y Dau durante los treinta años
de tráfico legal (1790-1820) se ha podido establecer la presencia de 146
embarcaciones catalanas entradas en Cuba, que constituyen un 7,45% del total y
un 24,7% de las españolas. Estas embarcaciones llegaron a transportar unos
30.696 esclavos. Hombres muy
poderosos como el marqués de Comillas o Joan Güell (el padre del mecenas de
Gaudí) era normal que se opusieran a estas iniciativas de trabajo asalariado
que venían seguramente de Inglaterra, que abolió el tráfico en 1807 y la
esclavitud, en 1833, cuatro años antes que a José María Dau escribiera Ingenio
Sin esclavos. No dudo de su influencia inglesa pues según cuenta moreno
Fraginals Dau, traduce en 1832 la obra de Richarson Porter sobre la
caña de azúcar. Si uno ha esto que Francia no abolió la esclavitud hasta
1848, Dau y Estroch eran realmente revolucionarios.
En un folleto que publica Estorch sobre su fracaso en 1856 dice: "El que busque las ventajas de la colonización de la parte económica, no hallará más que desengaños"
Hay que valorar que al menos lo intentaron a pesar de las presiones tanto en Cuba, como en Catalunya de familias muy poderosas que querían mantener el "statu quo" de la esclavitud como finalmente lo lograron hasta finales del siglo XIX, ahora el triunfo de las iniciativas de estos catalanes insurrectos y fuera del sistema, seguramente hubiese impedido que mi bisabuelo esclavo africano Abrahan Olano, que llevaron de su Congo natal a Cuba, quizás nunca hubiese sido esclavo a Cuba.
En un folleto que publica Estorch sobre su fracaso en 1856 dice: "El que busque las ventajas de la colonización de la parte económica, no hallará más que desengaños"
Hay que valorar que al menos lo intentaron a pesar de las presiones tanto en Cuba, como en Catalunya de familias muy poderosas que querían mantener el "statu quo" de la esclavitud como finalmente lo lograron hasta finales del siglo XIX, ahora el triunfo de las iniciativas de estos catalanes insurrectos y fuera del sistema, seguramente hubiese impedido que mi bisabuelo esclavo africano Abrahan Olano, que llevaron de su Congo natal a Cuba, quizás nunca hubiese sido esclavo a Cuba.