Es un buen momento para leer de nuevo este clásico de Arthur Schopenhauer "Dialéctica erística o el arte de tener razón."
Estratagemas
Muy posiblemente se podrían reducir a unas veinte, pero el autor prefirió presentarlas de esta manera, aunque como digo hay muchas de parecidas. De lo que estoy seguro es de que siguiéndolas no perderemos ningún duelo verbal.
Estratagema 1
Ampliar o disminuir el contenido de nuestra exposición, o llevar más allá de sus límites naturales la afirmación del contrincante o interpretarla del modo más general, tomarla en sentido más amplio. El antídoto, nos cuenta Schopenhauer, es la estipulación exacta de los puntos en discusión (o estado de la discusión).
Ejemplo
A: Los ingleses son la primera nación dramática.
B: Es sabido que en la música, y por tanto en la ópera, no han logrado nada.
A: La música no está comprendida en lo dramático, que se refiere únicamente a la tragedia y a la comedia.
B, que sabe perfectamente los géneros dramáticos, intenta generalizar para de esta manera conseguir que la ópera, carente en el panorama inglés, se entienda como algo dramático y ganar la dialéctica.
Estratagema 2
Utilizar palabras homónimas (que no sinónimas) o cambiar el sentido para lograr hacer extensible la afirmación, y de esta manera negarla sin problemas.
Ejemplo
A: Usted no está iniciado en los misterios de la filosofía kantiana.
B: Ah, no quiero saber nada de algo donde hay misterios.
La palabra misterio en la afirmación no tiene el mismo sentido que en la negación. Es misterioso porque es desconocido, mientras que B interpreta misterioso como místico (algo oscuro).
Estratagema 3
Una afirmación relativa plantearla como algo absoluto, o entenderla en un sentido diferente, para así poderla refutar.
Ejemplo
A: Soy un gran defensor de los quietistas.
B: A mi también me encanta el pensamiento de Hegel.
A: Pues yo, la verdad, odio sus escritos porque el lector tiene que interpretar sus palabras.
B: ¿Pero no has dicho que elogiabas a los quietistas? Y Hegel es quietista.
A: Sí, pero solo como personas, no como escritores.
El elogio se entiende de una forma distinta, es un elogio relativo que se hace absoluto. Como si por el hecho de que te guste una faceta tengan que gustarte todas.
Estratagema 4
No permitir que llegue a una conclusión, alejarlo al máximo disipando los silogismos sin que él, ni otros, se den cuenta.
Estratagema 5
Puede usar tesis que en sí mismas son falsas pero verdaderas ad hominem, y arguméntese ex concessis a partir del modo de pensar del adversario. Y contraargumentar tesis falsas con otras argumentaciones falsas.
Estratagema 6
Se encubre la tesis mediante otro lenguaje. De esta manera es más complicado verificarlo o llegar a buen puerto. Hablamos de buen nombre, en vez de honor o de virtud en vez de virginidad. Y también intercambiamos conceptos, logrando una visión general de lo particular (o vice versa).
Estratagema 7
Preguntar detalladamente muchas cosas a la vez, para ocultar lo que uno realmente quiere que se admita. Por el contrario, exponer rápidamente la propia argumentación a partir de lo que se ha admitido: pues quienes son lentos de entendimiento no pueden seguir con precisión la demostración y pasan por alto sus eventuales errores o lagunas.
Estratagema 8
Encolerizar al contrincante puesto que la cólera nublará su manera de pensar. Un método es mediante la insolencia.
Estratagema 9
Desprevenir al adversario mediante preguntas desorganizadas, de esta manera no sabrá por donde van los tiros y será vulnerable.
Estratagema 10
Presentar tesis, similares o parecidas, afirmativas y negativas mediante interrogaciones de una misma cosa al adversario, de esta manera el contrincante, no entenderá nuestra posición sobre el tema.
Estratagema 11
Utilizar la inducción para plantear nuestra tesis, sin preguntarle sobre la verdad general, sino afirmándolo como si ya hubiera quedado plenamente demostrado.
Estratagema 12
Usar términos que apoyen a nuestros argumentos. Al hablar de la religión alguien que quiere hablar a su favor lo denominaría «piedad», «devoción» y un adversario «beatería», «superstición».
Estratagema 13
Presentar el opuesto a nuestro pensamiento y dale a elegir, de esta manera podemos forzarle a que elija nuestra misma opinión para no ser paradójico.
Ejemplo
Por ejemplo, el adversario ha de admitir que uno tiene que hacer todo lo que le diga su padre, de modo que preguntamos: ¿Se debe ser obediente o desobediente a los padres en todas las cosas?
Estratagema 14
Un truco es proclamar que mediante tus silogismos has conseguido una tesis válida, aunque no lo hayas conseguido. Debes sobreponer tu voz y ser contundente, esta táctica funcionará si el otro es tímido o estúpido. Es una falacia de hacer pasar la causa por lo que no es.
Estratagema 15
Si hemos expuesto una tesis paradójica que no sabemos cómo demostrar, proponemos a la aceptación o rechazo del adversario cualquier tesis correcta, cuya corrección no sea, sin embargo, en exceso manifiesta, como si quisiéramos extraer de ella la demostración: si la rechaza por desconfianza, le reducimos ad absurdum y triunfamos: si la acepta, por lo pronto ya hemos dicho algo razonable, y luego ya veremos.
Estratagema 16
Argumenta ad hominem o ex concessi, buscar si existe alguna pequeña contradicción con lo que ha dicho anteriormente, con cualquier cosa que haya admitido anteriormente, o algún elogio que haya dicho.
Ejemplo
Si, por ejemplo, defiende el suicidio, se exclama de inmediato ¿por qué no
te ahorcas tú?
te ahorcas tú?
Estratagema 17
Si el adversario nos muestra una contrapuerta podemos decir que nuestro anterior discurso no se ha entendido bien, buscarle un doble significado. O que no nos ha entendido.
Estratagema 18
Si percibimos que la argumentación del contrincante puede vencernos debemos interrumpirle con divagaciones para que de esta manera no llegue al final. Podemos plantear nuevas discusiones y creando controversia. (Parecido a la estratagema 4).
Estratagema 19
Llevar el asunto del contrincante a un terreno general y hablar en contra de ello. (Parecido a la estratagema 1).
Estratagema 20
No preguntes por su conclusión cuando tengas sus premisas, descúbrela tu mediante la abstracción. (Aplicación de la Estratagema 14).
Estratagema 21
Contraarrestar un argumento sofístico con un contrargumento sofístico.
Estratagema 22
Por tal de no admitir algo como tal lo presentaremos como algo parecido, y así evitar que use su mejor argumento.
Estratagema 23
Debemos refutar una exageración, para que así parezca que refutamos su tesis original. También debemos prever sus ataques e intentos de refutar exageraciones diciendo: eso es todo lo que he dicho, nada más”.
Estratagema 24
Forzar consecuencias mediante tergiversaciones y engaños se desprenderán tesis que no corresponderán en absoluto a la suya.
Estratagema 25
Apagoge, mediante una instancia. Es decir con un solo caso refutar la tesis.
Ejemplo
Todos los rumiantes tienen cuernos. Pero el camello es un rumiante y no tiene cuernos.
Estratagema 26
Retorsio argumenti (dar la vuelta al argumento).
Ejemplo
«Es un niño, hay que tener paciencia con él»; retorsio: «precisamente porque es un niño hay que corregirle para que no se empecine en sus malas costumbres».
Estratagema 27
Si el adversario se enfada con nuestro argumento debemos continuar con dicho argumento, puesto que no solo es bueno sino que le ha tocado algun punto débil.
Estratagema 28
Ante oyentes incultos podemos usar el argumento ad auditores, es decir, una objeción sin validez cuya invalidez solo reconoce el conocedor de la materia: tal es el adversario, pero no los oyentes.
Estratagema 29
Conecta con la 18. Cambiar el tema y atacar personalmente al adversario, y podemos usar argumentos “a falta de algo mejor”, por tal de no perder.
Estratagema 30
El argumento basado en el respeto (argumentum ad verecundiam), citar a una autoridad de la materia para hacer valer nuestra tesis.
Estratagema 31
Cuando uno no sabe qué objetar a las razones expuestas por el adversario, declárese incompetente con fina ironía: «Lo que dice usted desborda mi débil comprensión; puede ser muy acertado, pero yo no alcanzo a entenderlo y renuncio a cualquier juicio».
Estratagema 32
Descartar una afirmación otorgándole una categoria peligrosa o aburrida.
Ejemplo
«Eso es maniqueísmo, eso es arrianismo; eso es pelagianismo; eso es idealismo; eso es espinosismo; eso es panteísmo; eso es brownianismo; eso es naturalismo; eso es ateísmo; eso es racionalismo, eso es espiritualismo; eso es misticismo; etc.».
Estratagema 33
«Eso puede ser cierto en la teoría, pero en la práctica es falso.». Se admiten razones se niegan consecuencias.
Estratagema 34
Si el adversario no responde directamente una pregunta, nos da evasivas, o bien no contesta mediante preguntas puede ser que hayamos tocado un punto flaco.
Estratagema 35
En lugar de actuar mediante razones sobre el intelecto, actúese mediante motivos sobre la voluntad, y el adversario, como también los oyentes, si comparten el mismo interés con él, quedarán ganados de inmediato para nuestra opinión.
Estratagema 36
Aturdir, desconcertar al adversario mediante palabrería sin sentido.
Ejemplo
«Suele creer el hombre cuando solo oye palabras, que deberían, sin embargo, tener algún sentido».
Estratagema 37
A pesar de que el adversario tenga razón si elige una mala prueba que nos sea fácilmente refutable, y ninguno de los oyentes da otra, habremos vencido.
Estratagema 38
Si tienes por seguro que no vencerás, debes ser grosero. Personaliza, que consiste en apartar el objeto de la discusión y atacar a la persona..
—El arte de tener la razón, de Arthur Schopenhauer,
traducción de Jesús Alborés Rey, Alianza Editorial (2003)
traducción de Jesús Alborés Rey, Alianza Editorial (2003)