Obra de Marcel Duchamp |
En cambio, no le dije, que con la brutal diferencia de que la crisis de la que hablo, (Caída en cascada del sistema socialista Universal tras el muro de Berlín en 1989) también abarcaba los alimentos, y montar bici el año entero con una baja alimentación y 27 grados de media anual, te deshidratabas y desnutrías. Esto generó grandes brotes de enfermedades y un adelgazamiento general de la población en grandes proporciones, y no estudiadas con la transparencia pública necesaria. La bici no era una actitud económica y ecológica como suele usarse aquí, como alternativa al metro, bus, coche particular o moto, allí la bici era un medio de trasporte casi único, si no te movías en dos ruedas no comías, no trabajabas, no existías.
Yo tuve la suerte de que mi padre marino mercante, me regalara una traída de Japón, de segunda mano, cuyo sistema de cambios de velocidades Shimano sigue siendo uno de los mejores del mundo. Cuando no había luz en toda la Habana Vieja e íbamos a casa de una amiga (para felicidad nuestra hoy embarazada de su segundo hijo) yo no cambiaba las velocidades para no llamar la atención sobre mi bici japonesa, corría el riesgo de ser agredido seriamente para despojarme de semejante “lujo”.
Hubo cuentos muy terribles sobre grupos organizados de ladrones que ponían un cable de acera a acera para quien pasara pedaleando cayera del fuerte impacto, y aprovechar -como en un chiste de Chaplin-, cuando la bici siguiera sola, montarse, e irse.