Este verso se lo debíamos a un poema triste, muy triste de un gran poeta César Vallejo, que es para llorar riendo de felicidad por lo bueno que era.Ya nadie habla de Vallejo, pocos lo ponen en las redes, es como un poeta olvidado y maldito. Ojalá que el ejército de tristes que habitan este mundo generarán esta literatura...
¿Estar triste no es una forma de felicidad a la inversa? Lo bueno es que después de la tristeza estás condenado a estar, sino feliz, al menos mejor.
Una sonrisa, una peli, y un texto de una lectora de un post mío me ha hecho recordarlo y traerlo a mi blog, donde creo no habitaba salvo en otro verso notable "lo más importante de mi vida fue ver de perfil a mi padre"
"Quiero escribir, pero me sale espuma,
Quiero decir muchísimo y me atollo;
No hay cifra hablada que no sea suma,
No hay pirámide escrita, sin cogollo.
Quiero escribir, pero me siento puma;
Quiero laurearme, pero me encebollo.
No hay toz hablada, que no llegue a bruma,
No hay dios ni hijo de dios, sin desarrollo.
Vámonos, pues, por eso, a comer yerba,
Carne de llanto, fruta de gemido,
Nuestra alma melancólica en conserva.
Vámonos! Vámonos! Estoy herido;
Vámonos a beber lo ya bebido,
Vámonos, cuervo, a fecundar tu cuerva."