Ya sé que existen las convenciones sociales, las reglas morales, todo eso está ahí y quizás porque existen a Brittni Nicole Colleps (en la foto), de 28 años, acaban de declararla culpable por tener sexo en su casa con cinco alumnos. Nicole era maestra de inglés de la secundaria de Kennedale, Fort Worth, Texas.
Estos alumnos, "niños de 18 años", se dieron el gusto de grabar sus orgías con móviles que enseñaron al tribunal, o sea, se deduce que no estaban haciendo eso precisamente obligados por ella. Resulta que ellos disfrutaron con un cuerpo de mujer, que parece sigue siendo el ideal de muchos adolescentes, no obstante, ella, será quien irá a la cárcel, de 2 a 20 años.
Hace dos años, 2010, otra profesora, esta vez de gimnasia, Stacy Schuler (33 años), fue sentenciada a cuatro años de prisión por encuentros sexuales con alumnos de la Mason High Schoool, también en su casa de Springboro, al sudeste de Ohio. Los cinco chicos declararon que ella bebía alcohol durante los encuentros y que era ella quien iniciaba de forma voluntaria los contactos. Estos eran “otros niños de 17 años", y si bien la ley de Ohio permite relaciones después de los 16 y no es delito, pero la ley protege a los estudiantes por mantener relaciones con alguien en una situación superior.
Stacy Schuler |
La hipocresía moral y retrógrada de la sociedad occidental a veces da miedo. Sobre todo, cuando eran los "alumnos" quienes iban con gusto continuamente a tener dichas relaciones, que incluían tomar alcohol, grabarse y hacer fotos; la obligatoriedad por parte de las profesoras, al parecer, no existía.
Hay muchos más casos, solo me quedo con estos dos que creo típicos de este asunto: alumnos que realizan fantasías sexuales con sus profesoras, y la sociedad castiga al objeto deseado y no el deseoso. Muchos ya han olvidado que la construcción del deseo, es amoral y egoísta. Seguro los padres respirarán más tranquilos, la justicia ha encerrado a una pervertida, sin tener en cuenta que muchos pueden haber sido iniciados con el consentimiento de sus padres en prostíbulos. Resulta que si estos mismos alumnos crearan un programa informático como sexo con la wii y se hicieran millonarios, la sociedad los reconocería como genios y los respaldarían como adelantados de madurez y creativos. En cambio, se reducen a niños si hablamos de sexo con una profe. No es doble moral, quizás nos demuestra que el mercado es más fuerte y que ha avanzado más rápido. Por no mencionar, que en Fort Worth se realiza una de las ferias de armas más importantes, donde los menores de 12 años pueden entrar gratis.
El cantautor catalán, Albert Plà, interpreta un hecho similar en una canción, Libre, que puede ser un relato hablado o confesión de uno de los alumnos mencionados. Directo y genial como muchas de sus canciones.