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miércoles, 1 de agosto de 2018

Berlin en Bicicleta. Otra sorpresa dulce de eco- vida.

No he estado en Holando, quizás por eso me llama la atención la cantidad de bicis y su uso en Berlin. Amir Valle ya me había comentado que era una ciudad amable a la bici. 
Tiene poca alturas. Desde la oficina de correos donde sus repartidor@s van en bici, al menos en verano todo la ciudad esta plena de bicis. Y en los parking cada gente tiene aparcada una bici además del coche. He fotografiado hasta berlineses llevando a sus perros en bici.
Junto con el verde intenso de los árboles de Berlín, el fenómeno de la vida social con bici me ha sorprendido bastante. Hice muchas fotos.
Las fotos son hechas desde un bus de dos plantas muy prácticos del transporte público. En Barcelona ya la bici es una realidad como en París, yo la he llrvado en ambas ciudades,  pero en ambas las cimas que tienen dificulta bastante. En Sevilla con el calor perpétuo nunca sa me ocurrió.
Aquí el éxito es total. Hay carril bice en toda la ciudad y es una ciudad con tantos jardines y bosques que se agradece esta eco-vida. Mañana me iré en bici. Nos irémos.
Mi amiga alemana, Beate donde vivo y habito en Berlin, la primera vez que salimos andando me dijo, esta es la acera, ese el carril bici, es como una calle, son terribles te pueden arrollar, tengan cuidado. Es cierto, pasan como balas.

Correos es amarillo...



















Los perrosvan en bice también.

El muro y yo. Berlín. 1 de Agosto 2018

■En Berlin estaba el muro que dividió a berlineses de un lado y otro hecho por los soviéticos de 1961- 1989. A nosotros en Cuba nos marco desde afuera. Nuestro muro era el mar. Los muertos por intentarse escapar que aún no sabemos  cantidades aproximadas, también. 
"El “muro” representa una huella imborrable para el pensamiento contemporáneo, su vigencia se sitúa en la conciencia de nuestra sociedad no sólo como un hecho más sino como una experiencia política y social que reclamo su libertad. El problema fue que ese comunismo se concentro en el totalitarismo y jerarquía de decidir por una persona lo que debían hacer millones. Hubo muros en todos los países socialistas. No de hormigón como esté, si de cemento y concreto, material con que estaba hecho todas y cada una de las aberraciones del socialismo, que en Cuba aún persisten como un cáncer.
No hay un viaje a la Europa del Este que la memoria de me arrastre hacia al despotismo autoritario y castrista de esa isla dónde nací. Trato de contarle a mi hija que era esa vida socialista. Desde Praga, Varsovia y ahora Berlin.■

Checkpoint Charlie. Maya y yo. 1 de agosto 2018.
El Punto de control Charlie (en ingles Checkpoint Charlie) También llamado Puesto de control Charlie,[1]​ fue el más famoso de los pasos fronterizos del Muro de Berlín entre 1945 y 1990. Se encontraba en la Friedrichstraße y abría el paso a la zona de control estadounidense con la soviét
ica, donde actualmente se unen los barrios de Mitte y Kreuzberg. 

Ayer llegamos a Berlin mi niña y yo. La capital de Prusia.



Mi mayor sorpresa a sido la cantidad apoteosica de lagos y ríos que he visto desde el avión antes de aterrizar en Tegel, y el calor bestial que hemos encontrado mi hija y yo en esta ciudad hecha de duros inviernos y nieve tanto en cine como en literatura. Por la ciudad fluyen los ríos Esprea, Havel, Panke, Dahme y Wuhle. Con una población de 3,5 millones de habitantes, humedos y verdes hasta la saciedad con tanto bello río. 
No todos los días llegas a una ciudad fundada en el siglo XIII. Con una historia que estremece los huesos: Reino de Prusia, de la República de Weimar, y del Tercer Reich, partida en dos después de la Segunda Guerra Mundial, llevo tanto tiempo esperando pisar esta historia que bajando las escaleras del avión le dije a mi niña, salta y pisamos esta tierra juntos a la vez que aquí a mucha historia para uno solo.
El recibimiento por una amiga, Beate y su familia, tras casi treinta años de amistad a sido extraordinario. Una amistad cocida en pleno período especial en Cuba, período especial es un eufemismo castrista para no decir hambre y miséria. 
Comer carne, chorizo, patatas hechas al estilo berlines, y cerveza,  es solo el aperitivo del viaje por Alemania que nos espera. Aunque Fito Paéz suene en el coche. Es la banda sonora de los años noventa en Cuba que de madrugada no nd deja dormir a veces.

Mi hija llegó y ya estaba en casa.
Beate, Maya y yo.