Así amaneció ayer en Barcelona. Como siempre la música del coche eligió al azar a Bola de Nieve bien cantado y versionado por la cantante de jazz y copla flamenca Martirio, que lo aflamenca para destrozarte todas las emociones y caprichos por los que has navegado en tu vida...
Cuando salgo en la salida 14 de la Ronda de Dalt con dirección a Hospitalet de Llobregat, caigo en que una de las definiciones de la palabra nostalgia podría ser es:
Ir escuchando a Bola de Nieve por Barcelona, y justo en la rotonda de Cornellà, ver un cartel con el anuncio de un perfume de Narciso Rodríguez. Que tiene un apellido igual al mío, ha vestido a la mujer del presidente de los Estados. Unidos, y sus padres son de Cuba como los míos. En este caso nostalgia es ese rayo de luz en forma de arcoiris cuando me dicen desde La Habana que la operación de mi hermana salió bien y ya está en casa.
Sí, uso a Narciso después de ducharme no sólo por el nacimiento de mis padres y los suyos, es bueno... ¿Quizás soy superficial por haber tenido un padre marino mercante?¿ Quizás soy un exagerado por preocuparme demasiado por la caída del segundo diente de mi niña que se hace mayor y mediterránea justo ante mis ojos...
Narciso Rodriguez
De origen cubano-americano estudió, al igual que Tom Ford, en el Parson’s School of Design de Nueva York. Trabajó para la marca americana Anne Klein, donde colaboró con la entonces diseñadora de esa firma Donna Karan. Luego diseñó el prêt-à-porter femenino para Calvin Klein. En 1995 se convirtió en el director de diseño de Tse y ese mismo año fue nombrado director de diseño de Cerruti en París, que le catapultó a la fama.