Después de buscar y buscar por todo Pallejá un sitio para desayunar y no hallarlo, es de esperar que agradezca sobremanera el hecho de encontrar este Forn-bar (horno-bar) donde las mesas y las sillas son de madera, las sillas veladas y sin pintar con las betas y nudos naturales del propio árbol a vista y hechas para la estética del lugar te advierten de que no es el típico bar decadente. La entrada al baño con puerta de corredera, da la sensación de que los clientes van al balcón o al vestidor. La puerta se pierde en gris sobre una paret gris que parece magia. Las lámparas de campana de aluminio para los productos y las de tela para los clientes te hace pensar que este lugar sabe cuidar a quienes entramos aquí. Los detalles continúan con el nombre del sitio en el servilletero, el azúcar envuelta en un papel diseñado con una cafetera antigua, cierran el círculo de detalles.
Que tenga alrededor de 15 panes diferentes para ofrecer al clientes, cruasanes, madanelas, ensaimadas, grandes y pequeños de chocolates y de crema de ángel, sin olvidar los palitos, o Bastonets ( en catalán) que en Sevilla, llamamos picos, se agradece.
Hablo claramente del título del post, El Fornet D' en Jon, abrió el 02 de noviembre del 2012, pero tiene el buen gusto de toda la vida.
Pallejà es un pueblo a diez minutos de Barcelona donde fui extraordinariamente feliz dentro de una creatividad manifiesta, sobre un cuerpo en dos direcciones que me devolvió la sonrisa y diseñó parte de lo que soy.
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