Una tetería con puesta en escena y diseño cuidado donde prima el color pastel, afeminado con buen gusto sin llegar a ser muy kitsch. Revive levemente una decoración Belle Époque. Tasas de porcelana japonesas. Suelo que imita losas del siglo XIX. Té de hierbas a elegir de varias regiones asiáticas. Puesta de mesa vintage. Puertas de corredera para servicios. Azúcar moreno. Chesecake de fresa y cake o tarta de chocolate. Cruasan y donus. Buena luz. Sofás o sillas de madera y mesas envejecidas.
Eso, y lo siguiente. Una recomendación de una perla (su nombre femenino en latin es perla) para que pasará por aquí, lleves a tu niña y sus barbys que devoran un tarta de chocolate en un segundo, con un batido de fresa. Gracias a esa flor que mira Barcelona con nuevos ojos fui, y disfruté con mi hija y Cía; y con Radamés, y su inédito libro de poemas.
Recomendable sitio. Ah, hay wifi para que no gastes datos. Carrer Diputación 158. Barcelona.
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