Siempre he pensado cómo puede ser tan bueno el pan, la confitura, las crêpes, en Francia tan cerca de España, y tan diferente. De Montmarte se ha dicho y escrito de todo. Pero un desayuno simple con mi sobrino en exclusiva, la primera persona que vi nacer y cargué en brazos llena de un poder y convencimiento extraordinario.
"El desayuno tal y como la conocemos hoy en día no siempre existió. Su historia comienza en el Renacimiento cuando el pan de mantequilla mojado en leche apareció, seguido de cerca por el café, importado de Turquía, conquista la corte de Luis XVI. Pero fue en el siglo XIX que empezamos a usar la palabra "desayuno". En la ciudad, comenzamos el día con tostadas y café con leche o café."
No hay comentarios:
Publicar un comentario