La vida regala muchas cosas. Ahora hay que ser consciente del momento en que te lo está dando. Yo lo fui hace dos años cuando pude encontrarme con mi sobrino en París. Y recorrer y mostrarle mi París de llegada de 1999. Había vuelto muchas veces a París más de 15, en los últimos años, pero estar con la primera persona que llevé a ver el mar por primera vez, es un deleite indescifrable. Él ahora también es responsable de esa memoria cuando yo no esté y me gusta. Si además, tenemos a una miembro esencial de la familia como Sarah Caron, entonces ya nada será igual. Hecho que jamás pude imaginar del cual ya quiero repetir.
Aquí se casó Sarah Caron.
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