Reseña sobre su libro Síndrome de Ulises, 2006. Barcelona.
Arsenio Rodríguez Quintana presentará la segunda edición de su antología poética, Síndrome de Ulises, el día 22 de febrero del 2007, en el Ràdio Ohm.
La poesía de Arsenio Rodríguez Quintana aborda en esta colección la experiencia íntima y espiritual del exiliado, del individuo que se enfrenta a la problemática de vivir en otro mundo, desarraigado y en busca de los lazos que muchas veces puede parecer que haya perdido. Los versos son históricos, memoriales, emotivos y analíticos; buscan proporcionar un vínculo para el que los lea a la experiencia de estar a la vez desamparado en una búsqueda cuyos misterios tal vez nunca se agotan, y encontrándose en armonía con un lugar nuevo, con la costumbre de la lejanía y la intimidad de los nuevos y decisivos pasos hacia un futuro particular y sentido…
Del poeta escribe Enrique Vila-Matas lo siguiente: “Al despedirnos, pensé en el poeta Lezama cuando decía que sin dificultad no hay estímulo. Pero ya no tuve tiempo de decírselo, se lo digo ahora. No hemos vuelto a vernos Arsenio y yo, pero hemos mantenido una correspondencia que me ha permitido leer algunos de sus escritos, donde he podido apreciar el alto y muy justo sentido de su prosa musical, siempre entre el derroche y la serenidad, siempre en pleno baile, comunión y combate con el arte verdadero, es decir, con el serio arte de lo difícil.”
http://www.casavaria.com/cafesentido/2007/02/16.
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Ese 'hombre sin patria'
Sobre (Síndrome de Ulises, poemario de Arsenio Rodríguez Quintana)Síndrome de Ulises [presentación de libro]
16 February 2007: The EditorsArsenio Rodríguez Quintana presentará la segunda edición de su antología poética, Síndrome de Ulises, el día 22 de febrero del 2007, en el Ràdio Ohm.
La poesía de Arsenio Rodríguez Quintana aborda en esta colección la experiencia íntima y espiritual del exiliado, del individuo que se enfrenta a la problemática de vivir en otro mundo, desarraigado y en busca de los lazos que muchas veces puede parecer que haya perdido. Los versos son históricos, memoriales, emotivos y analíticos; buscan proporcionar un vínculo para el que los lea a la experiencia de estar a la vez desamparado en una búsqueda cuyos misterios tal vez nunca se agotan, y encontrándose en armonía con un lugar nuevo, con la costumbre de la lejanía y la intimidad de los nuevos y decisivos pasos hacia un futuro particular y sentido…
Del poeta escribe Enrique Vila-Matas lo siguiente: “Al despedirnos, pensé en el poeta Lezama cuando decía que sin dificultad no hay estímulo. Pero ya no tuve tiempo de decírselo, se lo digo ahora. No hemos vuelto a vernos Arsenio y yo, pero hemos mantenido una correspondencia que me ha permitido leer algunos de sus escritos, donde he podido apreciar el alto y muy justo sentido de su prosa musical, siempre entre el derroche y la serenidad, siempre en pleno baile, comunión y combate con el arte verdadero, es decir, con el serio arte de lo difícil.”
http://www.casavaria.com/cafesentido/2007/02/16.
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The Ulysses Syndrome
The concept of the Ulysses Syndrome, that I first described in 2002, has led to the following works since its publication in the book Depression in Immigrants:
- the novel "the Ulysses Syndrome" by Santiago Gamboa, regarding the suffering of South American immigrants in Paris. Publisher: Seix Barral, 2005. - a book of poetry "Ulysses Syndrome" by Arsenio Rodríguez Quintana, a Cuban poet, published in 2004. - two plays titled "Ulysses Syndrome" - one in Spain and the other in Mexico, in 2005 - an art exhibition in Barcelona in May 2006
I have been a member and an active participant in the conferences of both WPA-TPS and WACP; including presentations at the conferences in Vienna in Apr 2006, the first World congress of Psychiatry, in Beijing, in Sep 2006, and the jointly-sponsored conference in Kamakura in Apr 2007.
JOSEBA ACHOTEGUI LOIZATE, M.D., PH.D. Spain
U n i v e r s i d a d d e B a r c e l o n a
|
Postgrado en Psicopatología Clínica
|
Prof. Dr. Joseba Achotegui Universidad de Barcelona
c-electrónico: jachoteguiloizate@ub.edu
Titulación:
Fundador y Director del SAPPIR (Servicio de Atención Psicopatológica y Psicosocial a Inmigrantes y Refugiados) del Hospital Sant Pere Claver de Barcelona. Desde 1994 hasta la actualidad
Director del Curso de Postgrado “Salud mental e intervenciones psicológicas con inmigrantes, refugiados y minorías” de la Universidad de Barcelona. Desde 1997 hasta la actualidad
Premio Solidaridad del Parlamento de Catalunya 1997 por el trabajo con los inmigrantes
Presidente de la Sección Colegial de Psiquiatras del Colegio de Médicos de Barcelona (1997-2001)
Miembro del CIPP (Colectivo de Investigaciones Psicopatológicas y Psicosociológicas) de la Fundació Vidal y Barraquer de Barcelona especializado en Migración y Salud Mental (1982-1994). Este colectivo obtuvo el año 1987 el premio de investigación de la Sociedad Española de Neuropsiquiatría por el trabajo “Migración y Salud Mental” publicado con este título como libro por la Universidad de Barcelona en 1993.
Ha asesorado en temas de migración y reagrupación familiar a la Comisión de libertades y derechos de los ciudadanos del Parlamento Europeo (1998-2004)
Coordinador del grupo internacional de trabajo sobre “El Síndrome de Ulises” auspiciado por la Comisión de Derechos y Libertades de los Ciudadanos del Parlamento Europeo
Coordinador del grupo de expertos creado por la Consellería de Sanitat de la Generalitat de Catalunya para la redacción de un protocolo de actuación en el área de Salud Mental y Migración. Desde mayo del 2003 hasta la actualidad
Director del “Diálogo” titulado “Emigrar y enfermar: el Síndrome de Ulises” del Foro Universal de las Culturas programado para los días 1-5 de septiembre del 2004
Director del meeting “Políticas migratorias y salud” de la Conferencia Euromediterránea de Salud organizada por los Ministerios de Sanidad de la Unión Europea y de los países del sur del Mediterráneo. Barcelona 14-15 de noviembre del 2005
Asesor de la Secretaría per a la Immigració de la Generalitat de Catalunya desde el 2004
Profesor del Diplôme Universitaire “Santé, maladie, soins et culture” de la Université René Descartes Paris V, desde el 2006
Profesor de la asignatura « Salud mental desde la perspectiva evolucionista desde el año 2002. Director y ponente en el curso « La salud mental desde la perspectiva evolucionista » organizado por Cosmocaixa, Museo de la Ciencia de Barcelona. Enero-marzo 2008
Miembro del Consejo asesor de la World Association of Cultural Psychiatry (WACP)
Profesor invitado de la Universidad de Berkeley (California)
Director de la Universidad de verano del grupo de Coimbra de Universidades europeas
Colaborador habitual del programa “Afectos en la noche”de Radio Nacional de España
Autor de los libros de:
Autor de capítulos de libros, entre otros de:
Asimismo a destacar entre otros:
El concepto del Síndrome de Ulises ha inspirado desde su publicación en el libro “la depresión en los inmigrantes” las siguientes obras:
Además de 86 artículos artículos en revistas nacionales e internacionales
|
July 5, 2007
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Ese 'hombre sin patria'
Madrid | 27/09/2007 Cubaencuentro.
Con una nota de contracubierta del destacado escritor catalán Enrique Vila-Matas, tengo ante mis ojos el poemario Síndrome de Ulises (Barcelona, 2006), de Arsenio Rodríguez Quintana (La Habana, 1964), publicado en la colección Éxtasis de la Editorial Linkgua (www.linkgua.com). Esta colección, que coordina Radamés Molina, publicará próximamente un poemario de Rolando Sánchez Mejías, y es de esperar que pueda convertirse en el futuro en un necesario punto de referencia dentro de la diáspora insular para la lectura de valiosos libros de poesía. ,Síndrome de Ulises nos introduce rápidamente en la problemática del exiliado, ese "hombre sin patria" del que hablara Nietszche, o que hace de cualquier punto de esa otra isla que nombramos tierra su patria fugitiva. Los poemas dialogan a menudo con interesantes notas al pie, que lejos de agregar simplemente un eco prosaico al poema, lo amplifican. Son vislumbres, rapidísimos, casi nerviosos; fragmentos de una órbita extraviada, como visiones instantáneas del infierno o del paraíso. Pero son también como notas del exilio, testimonio de viaje, documento imprescindible para tratar de reconstruir algún día la psicología de un poeta transterrado.
A veces se tiene la impresión de que tenemos en las manos un diario del desconcierto de un poeta ante un mundo que lo rebasa: Diario del inevitable fracaso, de la pérdida, pero ante el cual se erige una estrategia de palabras que buscan despertar en el lector un escozor, una inquietud, una avidez casi caníbal, una alegría de la inteligencia, una conciencia insomne. Mapa del peregrino posmoderno.
O a veces sus textos parecen como antiguos grafitis, páginas arrancadas de un libro mayor perdido, rescoldos de un viaje por ciudades extrañas, o tatuajes casi borrados por la sangre, el sudor de una peregrinación hacia un dios desconocido.
Pero el viajero también recuerda a otros navegantes solitarios. Por ejemplo, el poema La tentación del ángel o la ventana indiscreta, dedicado al poeta suicida Ángel Escobar:
"Hoy algunos le dedican textos / fueron menos los que visitaron / su casa y vieron la ventana / por donde se lanzó / Lo conocí después / Del primer lanzamiento / (no hablo de béisbol) / tenía el brazo partido / y leía mis versos con acento / chileno de Guantánamo / parecía el hermano mayor / de los Jackson Five / Fue imposible verlo / después del segundo / la tentación de llamarse Ángel / y querer volar / lo superaban".
© cubaencuentro.com
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“ Si pierdo la memoria qué pureza”, dice el poeta en “Rotos”, pero qué difícil para alguien que destila su propia memoria en la memoria histórica, logrando un añejo superior. Acaso esa memoria puntual, exquisita, la misma que recapitula los sucesos del 11-S o el 11-M, preguntándonos con eco de bolero ¿Dónde estabas tú?, o que nos sienta plácidamente en el café La Giganta a la hora del desayuno, o desempolva los destinos suicidas de un Osamu Dazai o de Ángel Escobar, obligándonos constantemente a pasar de un baño de agua tibia a un remojón helado, no pudo encontrar otro desenlace que el que dicta el poema último del libro. Rematando la circularidad de “Síndrome…” entre el primer poema (el de las vacas en Nepal), y este, apunta:
Dichave:
publicado en www.cubanuestra.nu/web/article (agosto 2007)
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Leyendo el libro “Síndrome de Ulises” de Arsenio Rodríguez Quintana, editorial Linkgua (2da Edición 2006) convengo con Roger Callois en definir a la poesía como ciencia de las correspondencias. El autor de “Otra carne”, texto clásico de la literatura cubana de los años noventa, ha logrado un libro vindicativo de una generación abocada a la emigración y la experiencia del extrañamiento múltiple como realidad de fondo. En la presentación se nos da un dato: “La nostalgia por los lugares comunes que quedaron lejos de millones de emigrantes se conoce en medicina como “Síndrome de Ulises”. Una vez más el acervo literario y mitológico presta a la ciencia nomenclatura en beneficio de la precisión. ¿Pero qué hace de esta nostalgia algo más que saudade o gorrión, convirtiendo al ser que evoca e invoca en sujeto alejado y aquejado a la vez? La respuesta, si la hay, está diluida en los más de sesenta poemas reunidos aquí.
La primera sección “El eco del Síndrome” está más enraizada con la experiencia del punto de partida, recordándonos Arsenio/ Ulises de qué mundo viene: la comida que añora, los referentes musicales, el exilio como única alternativa a un estado de temor que parece ser el estado anímico de una nación suspendida en un tiempo sin tiempo.
“En Nepal las vacas son las únicas
que comen marihuana
En La Habana un pitillo
Son seis meses de cárcel……”
No creo que sea casual este comienzo del libro, ni siquiera un golpe efectista. Habla con exactitud de ese estado de temor pero también de una generación de escritores y artistas que le tocó participar de un movimiento sicodélico infuso pero no difuso, que les ha marcado en su aprehensión del mundo, y que habrá que reconocer si queremos abrir las compuertas de la verosimilitud, obviando incomprensiones y prejuicios.
El fenómeno del dèjavu se destila en otros textos donde el poeta se retrata actualizando su memoria emotiva:
que comen marihuana
En La Habana un pitillo
Son seis meses de cárcel……”
No creo que sea casual este comienzo del libro, ni siquiera un golpe efectista. Habla con exactitud de ese estado de temor pero también de una generación de escritores y artistas que le tocó participar de un movimiento sicodélico infuso pero no difuso, que les ha marcado en su aprehensión del mundo, y que habrá que reconocer si queremos abrir las compuertas de la verosimilitud, obviando incomprensiones y prejuicios.
El fenómeno del dèjavu se destila en otros textos donde el poeta se retrata actualizando su memoria emotiva:
“En un instante un canal de Venecia
fue a través del olor
un paseo habitual de la Habana Vieja
al borde de la bahía
……………..
¿Qué hacen esas ciudades metidas
en otras?
¿Acaso se pueden abrir puertas
que conduzcan a un mismo lugar?
fue a través del olor
un paseo habitual de la Habana Vieja
al borde de la bahía
……………..
¿Qué hacen esas ciudades metidas
en otras?
¿Acaso se pueden abrir puertas
que conduzcan a un mismo lugar?
Caillois sonreiría ante las correspondencias encontradas en “Libros y Casas”, último poema de la segunda parte del libro “Ulises a la sombra del Gualdaquivir”, donde no solo la poesía sino la misma vida es descubierta por Arsenio con la justeza de una ciencia exacta. Las referencias se enlazan como ecos de una sección a otra del libro:
“Con Eduardo Mendoza me crucé
en la sección de clásicos de una tienda
me dijo que Gaudí construyó la casa
del padre de Güell a semejanza
de la que este tenía en Santiago de Cuba”.
Apasionado de la historia, más de la que no está en manuales, sino la que se aprende periféricamente, Arsenio, como su amiga Helena (la del azulejo de Zanzíbar) tiene el don de encontrar empatías. Léase este otro trozo poético tomado de Guía Urbana IV, de extraordinaria belleza:
“Con Eduardo Mendoza me crucé
en la sección de clásicos de una tienda
me dijo que Gaudí construyó la casa
del padre de Güell a semejanza
de la que este tenía en Santiago de Cuba”.
Apasionado de la historia, más de la que no está en manuales, sino la que se aprende periféricamente, Arsenio, como su amiga Helena (la del azulejo de Zanzíbar) tiene el don de encontrar empatías. Léase este otro trozo poético tomado de Guía Urbana IV, de extraordinaria belleza:
“Se han encontrado
NO MUY LEJOS
proas y monedas que demuestran
que Hércules pasó por aquí
sobre un toro blanco”.
NO MUY LEJOS
proas y monedas que demuestran
que Hércules pasó por aquí
sobre un toro blanco”.
Este libro es un tapiz biográfico que descubre al autor como apasionado de su país, su música (la música toda), lector dedicadísimo, cronista de sus amigos:
“Hoy somos un raro tejido
formado por cabezas de alfiler
en una copia de la bola del mundo
que tengo encima de la mesa”.
Por cierto, a través de las notas al pie de “Ancestros” nos enteramos que su bisabuelo embarcó desde Senegal hacia América sin visa, sin pasaporte, en un barco fletado por europeos. Imaginamos que vivió el síndrome del emigrante aunque en su mundo de dioses negros la leyenda de Ulises fuera desconocida. A esos mismos dioses debe haberle pedido las fuerzas para trascender el desarraigo. Con Arsenio podemos inferir cómo ha logrado aliviar su carga; esa nostalgia de lugares comunes distanciados del poeta encuentra reposo en la cercanía a otros lugares, los de “Mi mapa comarcal”, los de su “Guía Urbana”: “Descubro una zona común/ en el Mercadillo de la Alameda….”, haciendo realidad el viejo refrán criollo “un clavo saca otro clavo”.
formado por cabezas de alfiler
en una copia de la bola del mundo
que tengo encima de la mesa”.
Por cierto, a través de las notas al pie de “Ancestros” nos enteramos que su bisabuelo embarcó desde Senegal hacia América sin visa, sin pasaporte, en un barco fletado por europeos. Imaginamos que vivió el síndrome del emigrante aunque en su mundo de dioses negros la leyenda de Ulises fuera desconocida. A esos mismos dioses debe haberle pedido las fuerzas para trascender el desarraigo. Con Arsenio podemos inferir cómo ha logrado aliviar su carga; esa nostalgia de lugares comunes distanciados del poeta encuentra reposo en la cercanía a otros lugares, los de “Mi mapa comarcal”, los de su “Guía Urbana”: “Descubro una zona común/ en el Mercadillo de la Alameda….”, haciendo realidad el viejo refrán criollo “un clavo saca otro clavo”.
“ Si pierdo la memoria qué pureza”, dice el poeta en “Rotos”, pero qué difícil para alguien que destila su propia memoria en la memoria histórica, logrando un añejo superior. Acaso esa memoria puntual, exquisita, la misma que recapitula los sucesos del 11-S o el 11-M, preguntándonos con eco de bolero ¿Dónde estabas tú?, o que nos sienta plácidamente en el café La Giganta a la hora del desayuno, o desempolva los destinos suicidas de un Osamu Dazai o de Ángel Escobar, obligándonos constantemente a pasar de un baño de agua tibia a un remojón helado, no pudo encontrar otro desenlace que el que dicta el poema último del libro. Rematando la circularidad de “Síndrome…” entre el primer poema (el de las vacas en Nepal), y este, apunta:
Dichave:
Google fulminó la enciclopedia de papel
como el móvil acabó con el busca
como el sonido digital con el stereo
como el tanga con las bragas
como una tarde hicieron conmigo
cinco magdalenas de marihuana
y chocolate…
Solo veía túneles
solo veía túneles
solo veía
y nadie alrededor.
como el móvil acabó con el busca
como el sonido digital con el stereo
como el tanga con las bragas
como una tarde hicieron conmigo
cinco magdalenas de marihuana
y chocolate…
Solo veía túneles
solo veía túneles
solo veía
y nadie alrededor.
¿Será este el instante de pureza en que perdida la memoria se alivian momentáneamente Ulises y su destino? ¿Desplazará la extrañeza al extrañamiento de lo entrañable?
Mientras, recuperado Arsenio, vuelve a la carga y augura nuevo libro. ¿Habrá vuelto a soñar el mar en tierra de olivos a pesar de los años sin papeles y la actividad recargada de ½ kilo de tejido nervioso? De regreso a Barcelona, pasando por los pueblos amurallados del sur de Francia, encuentra en un caserío Meaulnes el eco de una novela que confiesa haber leído, siguiendo el Curso Délfico que Lezama creó para escritores noveles. “En la muerte solo volveré a encontrar la belleza de aquel tiempo.”, cita a Alain Fournier en sus notas de viaje.
Mientras, recuperado Arsenio, vuelve a la carga y augura nuevo libro. ¿Habrá vuelto a soñar el mar en tierra de olivos a pesar de los años sin papeles y la actividad recargada de ½ kilo de tejido nervioso? De regreso a Barcelona, pasando por los pueblos amurallados del sur de Francia, encuentra en un caserío Meaulnes el eco de una novela que confiesa haber leído, siguiendo el Curso Délfico que Lezama creó para escritores noveles. “En la muerte solo volveré a encontrar la belleza de aquel tiempo.”, cita a Alain Fournier en sus notas de viaje.
publicado en www.cubanuestra.nu/web/article (agosto 2007)
Por María Cristina Fernández Cosme. (Santiago de Cuba, 1970). La colección Pinos Nuevos publicó su libro de narrativa "Procesión lejos de Bretaña en 1999. Un año después su libro "El cielo de los deseos"(Premio Abril) fue publicado por la editorial del mismo nombre en el 2001.
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Reseñas sobre su libro "La Caída y Otros Deseos", 2000.
Descarga el libro gratis aquí
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A decir de Margarita Mateo sobre estos diez cuentos, Arsenio Rodríguez suele escribir con la voz de otro, quebrando desde el fondo de su apropiación la ilusoria testimonialidad de su escritura. Estos relatos presentan por lo general una voz femenina que deviene máscara del autor en su acercamiento a la experiencia ajena, camuflando el testimonio directo. Poco o mucho habría que agregar a estas afirmaciones, en dependencia de lo que se quiera indagar o establecer. Es el propioArsenio Rodríguez quien lo desliza al final del cuento que se cierra La caída y otros deseos: (…) cuando una joven, cree que ha intentado lo más difícil, sabe que ha tenido la ilusión de vivir en peligro, aunque su existencia haya sido silenciosa y la sucesión de su oleaje haya sido manso. Después que pasé la beca, los jóvenes con que he compartido la soledad que me rodea, sólo se acercan, se alejan, y se vuelven como elementos de otra historia.
Descarga el libro gratis aquí
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A decir de Margarita Mateo sobre estos diez cuentos, Arsenio Rodríguez suele escribir con la voz de otro, quebrando desde el fondo de su apropiación la ilusoria testimonialidad de su escritura. Estos relatos presentan por lo general una voz femenina que deviene máscara del autor en su acercamiento a la experiencia ajena, camuflando el testimonio directo. Poco o mucho habría que agregar a estas afirmaciones, en dependencia de lo que se quiera indagar o establecer. Es el propioArsenio Rodríguez quien lo desliza al final del cuento que se cierra La caída y otros deseos: (…) cuando una joven, cree que ha intentado lo más difícil, sabe que ha tenido la ilusión de vivir en peligro, aunque su existencia haya sido silenciosa y la sucesión de su oleaje haya sido manso. Después que pasé la beca, los jóvenes con que he compartido la soledad que me rodea, sólo se acercan, se alejan, y se vuelven como elementos de otra historia.
Margarita Mateo Palmer, Contraportada de la ed, Cuba año 2000.
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Reseña de "La Caída y Otros Deseos" publicado en la web © Asociación Hermanos Saíz. 2010.
La caída y otros deseos - premio Calendario 1998- de Arsenio Rodríguez Quintana (Ciudad de La Habana, 1964) pudiera ser, a modo de ejercicio, un punto de partida para pincelar lo antes referido. Pero sólo un punto de partida, pues tampoco un ejercicio alcanza la suma de puntualidades necesarias para construir (prefigurar acaso) una cartografía crítica.
Arsenio Rodríguez, como muchos otros narradores que en su momento la crítica (o la ausencia de esta, qué más da) sindicaría como “hornada de los posnovísimos”, y que una parte de ellos fueron recogidos en la antología El ánfora del diablo (que su compilador, Salvador Redonet, no pudo ver en vida) llegarían, en pleno arrecio del período especial, a la literatura cubana para quedarse. Esto es, hoy, un hecho. Tanto por la polémica desatada entorno al fenómeno conceptual de posnovísimos, como por los temas emergentes que trataban y la innegable impronta literaria que rezumaba la mayoría de estos autores.
Más allá de que la promoción de sus obras fue (y es) ineficiente en detrimento de un “período literario”, digamos que la “suerte” de Arsenio Rodríguez correría otros derroteros gracias a que La caída y otros deseos se alzara con el premio Calendario.
No se trata de maximizar la importancia del premio, sino de que este propició visibilizar, en alguna medida, la estatura narrativa de un autor que hasta ese instante, y a instancias de la crítica (o la ausencia de esta, qué más da) estaba suscrita a las muros y arquitecturas de aquella “hornada de los posnovísimos”.
Casi es un paralelismo, desde la metáfora y la licencia que es dable cuando se escribe sobre o desde la literatura el cuento La caída con aquel proceso, que la historia no ha dicho aún si fue para bien o para mal:
Lo cierto es que, La caída y otros deseos revela la eficacia de su autor en el tratamiento de los temas, y aun cuando un premio no es más que un fragmento de historia escrita a ciegas hay claves que vislumbran a este sólo libro, no para establecerlo como el clímax, pero sí para inscribir a su autor como un narrador de recio oficio. Más allá de otras indagaciones a destiempo, por supuesto.
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c u b a e n c u e n t r o . c o m
Encuentro en la red - Diario independiente de asuntos cubanos
Año II. Edición 36. Lunes, 22 enero 2001
Más de 20 títulos presentará la Editorial Abril en la Feria del Libro de La Habana
RE
La Editorial Abril, dirigida básicamente a niños, jóvenes y adolescentes, anuncia entre sus nuevos título
s el ensayo Ron Bacardí: la guerra oculta, del autor de origen colombiano radicado en Bélgica, Hernando Calvo Ospina.
El género ensayo parece ser el escogido por la editora para esta muestra que incluye además Nuestra América (José Martí), Pedagogía y diversidad (grupo de especialistas bajo la coordinación de Ileana Musibay y Rafael Bell), Icono y ubicuidad (Pedro Llanes), y Recepción de versos sencillos: poesía del metatexto (Caridad Atencio).
En narrativa , Abril presentará en esta feria La caída y otros deseos (Arsenio Rodríguez Quintana), Manuscritos en papel de cigarro (Saturnino Rodríguez), Evangelista y los recuerdos (Maylén Domínguez), y ¿Dónde estará Celeste Kindelán? (Noel Castillo). En poesía, Ciudades del viento (Alpidio Alonso Grau), Los inciertos dominios del escriba (Luis Manuel) y Hojas de cal (Israel Domínguez).
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Reseña de "La Caída y Otros Deseos" publicado en la web © Asociación Hermanos Saíz. 2010.
(Des)h ojeando el Calendario
Dossier de reseñas de libros publicados en la colección Calendario tras obtener el premio homónimo de literatura convocado anualmente por la Asociación Hermanos Saíz
Por: Jorge Enrique Rodríguez
Dossier de reseñas de libros publicados en la colección Calendario tras obtener el premio homónimo de literatura convocado anualmente por la Asociación Hermanos Saíz
Por: Jorge Enrique Rodríguez
XXXV
Deseos, caídas y otras herejías
Existe el consenso de que no hay temas nuevos ni viejos, elevados o bajos, sino tratamientos. Sin embargo, por otro lado, no se han clausurado aún los debates en torno a si un premio es, o no, un modo de legitimar la eficacia literaria de un autor, y si un solo libro basta para certificar su oficio escritural.La caída y otros deseos - premio Calendario 1998- de Arsenio Rodríguez Quintana (Ciudad de La Habana, 1964) pudiera ser, a modo de ejercicio, un punto de partida para pincelar lo antes referido. Pero sólo un punto de partida, pues tampoco un ejercicio alcanza la suma de puntualidades necesarias para construir (prefigurar acaso) una cartografía crítica.
Arsenio Rodríguez, como muchos otros narradores que en su momento la crítica (o la ausencia de esta, qué más da) sindicaría como “hornada de los posnovísimos”, y que una parte de ellos fueron recogidos en la antología El ánfora del diablo (que su compilador, Salvador Redonet, no pudo ver en vida) llegarían, en pleno arrecio del período especial, a la literatura cubana para quedarse. Esto es, hoy, un hecho. Tanto por la polémica desatada entorno al fenómeno conceptual de posnovísimos, como por los temas emergentes que trataban y la innegable impronta literaria que rezumaba la mayoría de estos autores.
Más allá de que la promoción de sus obras fue (y es) ineficiente en detrimento de un “período literario”, digamos que la “suerte” de Arsenio Rodríguez correría otros derroteros gracias a que La caída y otros deseos se alzara con el premio Calendario.
No se trata de maximizar la importancia del premio, sino de que este propició visibilizar, en alguna medida, la estatura narrativa de un autor que hasta ese instante, y a instancias de la crítica (o la ausencia de esta, qué más da) estaba suscrita a las muros y arquitecturas de aquella “hornada de los posnovísimos”.
Casi es un paralelismo, desde la metáfora y la licencia que es dable cuando se escribe sobre o desde la literatura el cuento La caída con aquel proceso, que la historia no ha dicho aún si fue para bien o para mal:
(…) Hay formas en que suelen estar encuadernados los recuerdos con nuestras emociones, que a pesar del ángulo en que se intente meditar sobre ellos para evitar su salida, se niegan a permanecer ocultas e inmóviles en un punto del pasado cargados de mutismo. Tienden a salir bajo cualquier pretexto.
La caída que ya dura seis años en mí, la recuerdo como un golpe que nos teje el movimiento sobre ciertas costumbres.
Esa tarde Fina y yo juagábamos entre las literas. Hubo un momento en que quise acumular energía para otro juego de emociones.
Ella no se percató y, aprovechando que no la estaba mirando, comenzó a acercarse para empujarme con un suave toque. Yo estaba desequilibrada con un pie en el aire y otro aguantando mi eso debajo de los muslos, los brazos los tenía ocupados sacándome una blusa negra sin mangas que me ponía después del almuerzo. En esta posición caí al suelo.
Mientras fui cayendo todo pareció distinto, la litera barnizada con ese color beige se fue poniendo verdiamarilla con la gravedad del vuelo.
Esto me creó tantas dudas, que no supe diferenciar si era yo la misma que estaba cayendo, o la otra que un rato antes, jugaba.
Esto me creó tantas dudas, que no supe diferenciar si era yo la misma que estaba cayendo, o la otra que un rato antes, jugaba.
El dolor no fue tan importante como el hábito que conservé en lo delante de estarme mirando los senos cada vez que me desnudaba ante las aguas de cualquier espejo y de mirar los de cualquier amiga que estuviera cerca cambiándose, incluso pasado los años, reconozco que esa costumbre a marcado mi carácter. Pienso con severidad que la belleza de una mujer comienza y termina ahí. La cicatriz es la huella que ha quedado en mis senos después que extirparon los nódulos. Ella es en realidad quien ha durado años y no envejece con el desgaste que proporciona el tiempo en el camino. Porque los senos de una joven de quince años son más importante que un puente, y un puente en mi provincia es como un labio, la ciudad de los puentes. Los senos uno se los ve crecer buscando un color mientras los ampara la adolescencia en esas dudas. La caída fue el final de mi forma anterior. Ayudó a concentrar mis recuerdos eróticos de plena adultez, apenas la adolescencia. Gustarán. Volverán a ser realmente bellos como dice la doctora, me pregunto con frecuencia.
A veces quisiera que la huella se convirtiera en el lunar de Sayoko la japonesa, para que salga de mí sin dolor como la piel de un frijol asado resbalando sobre mis dedos.
Pero la realidad no complace a la ilusión como el sueño a mi cuerpo. Solo queda la esperanza de que algún hombre vea la señal en mis senos que sus ojos buscan para salir de su cuerpo.
A decir de Margarita Mateo sobre estos diez cuentos, Arsenio Rodríguez suele escribir con la voz de otro, quebrando desde el fondo de su apropiación la ilusoria testimonialidad de su escritura. Estos relatos presentan por lo general una voz femenina que deviene máscara del autor en su acercamiento a la experiencia ajena, camuflando el testimonio directo. Poco o mucho habría que agregar a estas afirmaciones, en dependencia de lo que se quiera indagar o establecer. Es el propio Arsenio Rodríguez quien lo desliza al final del cuento que se cierra La caída y otros deseos: (…) cuando una joven, cree que ha intentado lo más difícil, sabe que ha tenido la ilusión de vivir en peligro, aunque su existencia haya sido silenciosa y la sucesión de su oleaje haya sido manso. Después que pasé la beca, los jóvenes con que he compartido la soledad que me rodea, sólo se acercan, se alejan, y se vuelven como elementos de otra historia.Lo cierto es que, La caída y otros deseos revela la eficacia de su autor en el tratamiento de los temas, y aun cuando un premio no es más que un fragmento de historia escrita a ciegas hay claves que vislumbran a este sólo libro, no para establecerlo como el clímax, pero sí para inscribir a su autor como un narrador de recio oficio. Más allá de otras indagaciones a destiempo, por supuesto.
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c u b a e n c u e n t r o . c o m
Encuentro en la red - Diario independiente de asuntos cubanos
Año II. Edición 36. Lunes, 22 enero 2001
RE
La Editorial Abril, dirigida básicamente a niños, jóvenes y adolescentes, anuncia entre sus nuevos título
s el ensayo Ron Bacardí: la guerra oculta, del autor de origen colombiano radicado en Bélgica, Hernando Calvo Ospina.
El género ensayo parece ser el escogido por la editora para esta muestra que incluye además Nuestra América (José Martí), Pedagogía y diversidad (grupo de especialistas bajo la coordinación de Ileana Musibay y Rafael Bell), Icono y ubicuidad (Pedro Llanes), y Recepción de versos sencillos: poesía del metatexto (Caridad Atencio).
En narrativa , Abril presentará en esta feria La caída y otros deseos (Arsenio Rodríguez Quintana), Manuscritos en papel de cigarro (Saturnino Rodríguez), Evangelista y los recuerdos (Maylén Domínguez), y ¿Dónde estará Celeste Kindelán? (Noel Castillo). En poesía, Ciudades del viento (Alpidio Alonso Grau), Los inciertos dominios del escriba (Luis Manuel) y Hojas de cal (Israel Domínguez).
URL: http://arch.cubaencuentro.com/espejo/noticiero/2001/01/22/774.html
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Reseña sobre textos críticos sobre el cuento en Cuba escritos en la Habana
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Reseña sobre textos críticos sobre el cuento en Cuba escritos en la Habana
El cuento que le da nombre al libro, perteneciente a Arrieta, se construye como una
performance que alberga dentro de sí, y entre diversos elementos, el relato de una
discusión sobre la plástica joven celebrada en la U.N.E.A.C. en el año 1988 y
protagonizada por el teórico Desiderio Navarro y el crítico de arte Gerardo Mosquera,
quien, como ya se dijo, fue uno de los mentores de la promoción novísima de artistas.
La línea del relato sigue la experiencia del narrador y protagonista que abandona la
reunión para acudir a una fiesta en la que, lógicamente, la música, el sexo y el alcohol
son el escenario de la irremediable soledad en que el protagonista está sumido. Como
señala Arsenio Rodríguez Quintana en la reseña que le hizo al libro28, es interesante
la confluencia no sólo de las artes plásticas, sino también de la música, lo que nos
remite al sistema de homologías estructurales expuesto por Bourdieu. Los grupos
musicales coetáneos de los Novísimos, como “Habana Abierta”, “Garaje H” o
“Havana”, cruzan en ocasiones sus textos y viceversa.
Ana Belén Martín Sevillano,
Fragmento de su libro “CUENTO CUBANO ACTUAL (1985-2000)
MEMORIA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR
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Office: Kingston Hall 312F
E-mail: martinab@queensu.ca
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