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domingo, 28 de diciembre de 2014

¿Crees que habrá cambios en Cuba?¡NO! Quizás se vaya Raúl pero su hija está en la pista.

-¿Y los cambios en Cuba qué? Una amiga de Sant Just Desvern, Barcelona, me hizo esta pregunta mientras comíamos en un restaurante, fue más directa aún: - ¿Percibes cambios en Cuba? Fui sincero y le dije:
-Probablemente los haya, pero son como los cambios de Francisco Franco en la década de los años sesenta en España, que para quienes vivían en Francia exiliados por su dictadura no significaban nada, y todavía tuvieron que esperar hasta 1975 cuando murió para ver el verdadero cambio. Ella asintió con la cabeza a mi  respuesta.
Mira, yo esperaba tras él anuncio de Obama-Castro del 17 de diciembre, que la gente saliera a la calle y exijiera ¡Abajo Castro ya! Y no pasó. 
Era el momento ideal que toda la oposición y luego el pueblo salieran a tomar el malecón y la Plaza de la Revolución y no pasó. 
Yo vivía en 1993 allí cuando Fidel en un discurso dijo que "estaban estudiando la posibilidad de despenalizar el dolar"... y todo Centro Habana y Habana Vieja (no habían móviles como ahora) nos plantamos espontáneamente  esa tarde ante las tiendas con los dólares en la mano a comprar sin ley de despenalización y el Castrismo tuvo que despenalizarlo, te recuerdo que andar con dólares era delito. Basado en eso pensé que ocurría lo mismo, y no.
Es difícil para quienes vivimos en el exterior, y nunca hemos vuelto a la isla (yo 16 años, otros en Barcelona y Europa 20 y más), notar cambios y maquillajes cosméticos de la política dictatorial del gobierno cubano que, al parecer, resultan significativos para quienes viven  y viajan allí constantemente. Estos últimos están desesperados por esos cambios y ven cuatro edificios pintados y te dicen La Habana esta hermosa y les digo que La Habana no es el malecón y el Vedado. La Habana está en ruinas y Cuba toda en la miseria más absoluta y no me alegra decirlo, son los hechos y el resultado de una dictadura larga sangrante y longeva.
Mira, a mí me parece que este acercamiento tiene una hoja de ruta clara. Que Raúl Castro quizás deje el poder, pero no habrán elecciones libres, no creo, será su hija Mariela Castro, que su mérito mayor es ser la hija nayor y defender gay y lesbianas, ella será La Presidenta. Y todos estarán contentos con una presidenta como en Chile y Brasil. Harán cuatro cambios cosméticos más y seguirá 50 años más de Castrolandía.
Carlos Alberto Montaner la definió magistralmente en un artículo:  "Para Eva Braun, Adolfo Hitler era un patriota alemán que luchaba por la grandeza de su país. Clara Petacci amaba tanto a Mussolini, le parecía un hombre tan virtuoso y tierno, que prefirió ser fusilada junto a él que continuar viviendo tras su muerte (hasta hicieron el amor la noche en que los mataron). Si uno escucha y cree a los hijos de Gadafi o a los nietos de Trujillo puede llegar a pensar que el tirano libio o aquel dominicano sanguinario eran la imitación perfecta de la Madre Teresa. A Mariela Castro le ocurre lo mismo. Ha renunciado a la objetividad.
¿Quién puede cambiar a un gobierno dictatorial que lleva 53 años de poder absoluto llenando nuestras vidas de carbón y exilio?
Yo no soy pesimista. Soy historiador y me sostengo en hechos. La oposición cubana en su generalidad después de un inicio del siglo 21 muy mediático con "Damas de Blanco" y varios premios Sajarov (muy prestigiosos dados  por la Unión Europea) ahora mismo está desinflada en la prensa Europea. 
Una vez más, dejarlos viajar a todos incluyendo a Yoani Sánchez, los debilitó, y hoy vuelve a ser una oposición vacía de contenido. Si la gente cree que los cambios de una dictadura los puede solucionar el propio dictador, quiere decir que ese pueblo está muerto o dormido. Así está toda Cuba. 
No existe nada positivo en que un dictador lidere cambios. Jamás lo hará, van contra su esencia.