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jueves, 19 de diciembre de 2013

Comandantes de la Lotería. La bolita en Cuba


En mi trabajo actual en Barcelona, uno firma una autorización, permitiendo que te descuenten de la nómina el décimo, o los décimos de la Lotería de Navidad que quieras comprar. Casi todo el mundo, al menos compra uno, pues siempre está el temor (horror vacui) de si no compras, que los demás ganen y uno se quede fuera.
Mi madre y su primer marido, ya fallecido, (con nombre de emperador mejicano, Iturbide, gran lector autodidacta  y muy crítico del gobierno cubano desde que yo era muy pequeño) se ganaron un tercer premio de la Lotería Nacional, que les permitió, en 1957, mudarse de un apartamento en el Vedado a las afueras de la ciudad, compraron un terreno y allí construyeron una casa donde actualmente vive mi hermana.
La Lotería Nacional la habían implantado los españoles durante la colonia y continuó con la República hasta que llegó la Revolución que la hizo desaparecer.
No obstante, cuando salí del Servicio Militar Obligatorio, a mediados de los años ochenta, mientras estudiaba para entrar en la universidad y trabajaba en una tintorería junto a mi madre, descubrí en aquel ambiente obrero, que la Lotería en Cuba, seguía siendo nacionalmente ilegal, todos jugaban a la Bolita, que era como se la conocía.
Los anotadores pasaban cada día preguntando, en horario de almuerzo o de merienda, por los números que ibas a jugar. Eso incluía al Secretario General del Partido, de quien era público y notorio que jugaba. Yo, que era un joven con carnet de joven comunista, terminé jugando mis números aunque nunca tuve suerte. Los banqueros de lotería premiaban aquellos números que salían en la lotería venezolana que se escuchaba por onda corta, a través de la radio. No sé que habrá pasado desde que llegó Chávez…

Existía una leyenda urbana de que el banquero mayor del barrio era un militar con grados de General… yo jamás me la creí, hasta que en 1989, tres años más tarde, y ya despojado de mi carnet de comunista, detuvieron a varios altos cargos militares del Gobierno junto al General Arnaldo Ochoa. En el juicio televisado (entre otras muchas cosas) se descubrieron conexiones hasta con un cartel de la droga colombiana.
Si hasta allí llegaban sus redes, ¿por qué no iban a ser los comandantes de la Lotería Underground?