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lunes, 12 de noviembre de 2018

Viendo Al final de la escapada de J. Luc Godard tras veinte años en Europa me parece un film lleno de tópicos.


■La actriz Jean Seberg), una joven burguesa americana, que aspira a ser escritora y vende el New York Herald Tribune por los Campos Elíseos; sueña también con matricularse en la Sorbona y escribir algún día en ese periódico. En Europa cree haber hallado la libertad que no conoció en América." 
Al final de la Escapada. Film
Jean Luc Godard.■

Cuando vivía en Cuba este peli me encantaba. En los últimos años he viajado mucho a Francia.  Y la he recorrido mucho.
Este film para mi está lleno de tópicos. Belmondo hace de un ladrón que viene de Marseilla, ella es una americana que se hace cómplice de un ladrón y asesino de coches. O sea, tópicos que funcionan en Francia como que Marseille es un lugar de bandidos y emigrantes, y ella termina denunciándolo porque es extranjera.

La última palabra de Belmondo antes de morir por una bala policial es que es una "asquerosa." He cambiado, J. Luc Godard en este film refleja tópicos que por desconocimiento en Cuba no vi.

Me hago mayor y no veo muchas cosas igual.

Nov. 2018

Nadie se quitará unos lentes así nunca más...

Soy tan antiguo que me gusta el fuego que desprenden las cerillas de madera...

Texto del libro "Me gusta dar de comer a los elefantes"


Me gusta encender el gas con cerillas, que en Cuba le decíamos: fósforos. Me gusta poner discos que giran a unas revoluciones que me traen recuerdos de una isla, donde bailé con ellos de adolescente intrépido, revolucionario y moderno.
Me gusta también besar aquello que es de carne y tiene lengua, pero cuando no estás,  me gusta verte on line por una app mientras vas a dormir y quererte así  virtual e inatrapable detrás de la pantalla.
No soy enteramente vintage,  aunque me gusta mucho más el soul, el jazz y  boleros de versos como "voy apagar la luz para pensar en tí," o "los aretes que le faltan a la luna los tengo guardados para hacerte un collar" que otras  músicas cercanas el ruido y lejos de las palabras.
Me gusta el fuego y soy antiguo, por eso soy capaz de echarte de menos y aún no te has despertado para abandonar un espacio, que ya asumí que era de tu propiedad: ese lado de la cama donde te pones porque yo soy zurdo y te doy la espalda mientras duermo.
Me gusta el olor de la cerilla cuando la apago y sale ese humo del sofá cuando estás acabada de llegar de un viaje por mi piel... y te pregunto:

Are you happy? Are you tired? Y tu sonríes mi mal inglés.