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domingo, 4 de septiembre de 2016

Una visita a la fiesta de Indianos en Begur. 2016

Lo he dicho muchas veces. El eufemismo "indianos" como historiador me parece detestable, en este caso aún peor,  pues se refieren a Cuba directanente. 
Dicho esto, "me gustó" esta explosión de cubana en la Costa Brava. Aunque esa visión de poner música altísima en cada esquina que no se entiende una canción de otra, resulta un extraño. Esa visión  folclórica de una parte de Cuba sigue trascendiendo más que otros barrios de La Habana.
El barrio del  Vedado donde nací y me crié no tiene nada que ver que esta visión ruidosa y pura caricatura de lo que somos.  
No obstante, si eres cubano y llevas 17 años sin volver a tu país como yo, resulta curiosa la reacción en "otros" sobre tu cultura.  Y dan por hecho que uno se divierte 'a horrores' con esto. Debo reconocer que sí me divertí, bailé y comí una 'ropa vieja' que nos hizo chuparnos los dedos, además de mancharse el vestido de Floret.

Desde lejos la cultura donde has nacido pasa por un extraño filtro de sutilezas que mientras más pasa el tiempo más perdonas sus errores. Nada es exactamente como te lo cuentan aquí, en bailes, músicas y gastronomía,  pero te da igual, por la nostalgia es una palabra que estas obligado  asumir y convivir, mientras continúes lejos, y a veces sólo.
Me hace mucha gracia tantos catalanes después de muchas copas preguntando; ¿eres de Cuba? ¿Hay que ser de un lugar?¿Hay que ser de una sola cultura?
Yo este año he pasado por la Fiesta de Brasil comiendo comida bahíana y cerrando con Leline al lado del mediterráneo y fui Bahiano. He ido al Día de México y La Malinche cantando, los tacos y el tequila me dieron la nacionalidad de Frida  Khalo, repito: ¿hay que estar condenado a ser de un solo país y una sola cultura? Yo no. Tú sé feliz como y de dónde quieras ser.



Floret Fauna fascinada con la ropa vieja y ensalada de aguacates.

Cala Sa Tuna en Begur: La belleza o sintonía de la felicidad.

Confieso que desde mi última visita a Menorca no había pisado una Cala, que entrará directo a la geografía favorita de mis sitios de la Costa Brava, u otros lares. La forma en que las rocas no permiten la visión directa del mediterráneo con la pequeña playa. No parece naturaleza,  es 'un abrazo de rocas' con mar de fondo.
El impacto no fue sólo mío, Floret  no conoce de Calas en España, entró al sueño con la paz de quien tiene detrás una piscina natural que filtra la transparencia del Mediterráneo. 
Ayuda que fuera el atarder.  Ayuda que antes en Begur el ruido y el bullicio de su fiesta de indianos dedicada a Cuba, te hacen querer fusionarte con el silencio zen de esta cala. Ayuda que la belleza de una piel fluya en su contexto natural.  Yo mientras el sueño de Floret encontraba su casa ideal, leía a Ruy Castro en su libro "Bossa Nova".. 
"La Bossa nova es lo más parecido que hay a una 'sintonia de la felicidad', y su historia es también la historia de una felicidad"... 
Sa Tuna, queda en mí como "una sintonía de la felicidad" donde volveré para restablecer el eco de ciertas heridas. 
Floret reescribió una metáfora en verso que resume mi texto: "Un abrazo de rocas..."



Nota...Glamour  historico de Begur

Cuando la Costa Brava compitió con la Azul y la Riviera italianaLa inauguración del lujoso hotel Cap Sa Sal en Begur llevó a la localidad de Girona a numerosas celebrities. Rock Hudson fue el primero.

Hudson vino a Begur acompañado de dos Secretarios y una muchacha. Los tres llevaban el pelo muy largo (...)". El personal y los huéspedes se quedaron sorprendidos al ver la afabilidad de aquella estrella de Hollywood que hablaba con todos, practicaba a diario esquí náutico ycuando tenía hambre a deshoras, en lugar de llamar al servicio de habitaciones, entraba en las cocinas del hotel para charlar con los profesionales de los fogones y preparar mano a mano algo para picar. Se dice que incluso aprendió a hacer unos arroces bastante razonables.

Vanity Fair. 1966.