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martes, 15 de julio de 2014

Un atardecer en Namibia, otro en Argentina ambos notables.



Que me perdonen  pero les aseguro que yo jamás he visto estos atardeceres que retrató Armando Mareñà, un amigo catalán de visita en Namibia, con ese sol con hálitos de amo y rey de varios colores  y una amiga entrañable en Argentina, Shang Rebel.
Me doy cuenta que cuando era pequeño la tecnología analógica ayudaba a que casi todos los profesores de mi escuela dijeran que el sol era amarillo, hoy las cámaras de 16 y 20 megapixel que tiene cualquier smarphone te dan los verdaderos colores del sol.