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martes, 3 de junio de 2014

Volví a Matanzas (Cuba) ante el Mediterráneo barcelonés...

    Montaña el Pan de Matanzas.

No estoy seguro de que la vida sea un eterno retorno. Pero a veces vuelves sobre un sabor, o un olor sobre la humedad del mar y necesariamente llegas a ese lugar de la memoria donde todo está asociado. 
El domingo pasado he visto el tren eléctrico de Hershey de la Bahía de La Habana hacia Matanzas por encima del mar Mediterráneo desde el parabrisas de mi coche; precisamente, una escapada habanera para ver un concierto de Fito Páez en el Festival de Varadero con los mismos amigos que hacíamos 13 y 8: Alejandro Gutiérrez, Frómeta, Helena, Bettsy, Vanito entre otros muchos donde la pasamos de maravilla por la experiencia; he pasado delante del teatro Sauto; he recordado poemas eróticos de Carilda Oliver Labra y he cruzado los múltiples puentes de Matanzas... El hambre que pasamos en la playa de Varadero donde amanecimos por falta de dinero estaba incluida, era inicios de los años noventa...


Callados, por la tarde, gravemente, 

sin elegir el sitio de la tierra, 
tú y yo nos besaremos como en guerra 
hasta quedarnos fríos frente a frente. 
Yo, cada vez más tumba que se ahonda, 
tú, cada vez más carne renovada, (...)
Carilda

Pasarte la noche frente al mar escuchando canciones de Fito Páez poblado de sal convertida en olas de labios, es un reiniciar de la memoria al final de la adolescencia, es adolecer de la nostalgia. Es tener conciencia que la edad biológica no tiene por qué coincidr con la cronológica. Quizás porque sabes  que has vivido, lo confiesas, reinicias y vuelves a empezar en esa ciudad  de memoria  y labios como la montaña El pan de Matanzas, con más de trescientos metros de altura sobre el nivel del mar, y ese labio inmenso no lo borras aunque te alejes, pues justo encima está la ermita de Montserrat y escribes desde Barcelona.


Furioso pétalo de sal 

la misma calle,el mismo bar 

nada te importa en la ciudad si nadie espera 
y no es tan trágico mi amor 
es este sueño,es este sol 
que ayer parecio tan extraño 
o al menos tus labios 


yo te entiendo bien, 

es como hablarle a la pared 

y te imagino dando vueltas en el vecindario 


algo tienen estos años que me hacen poner asi 

y decirte que te extraño 

y voy a verte feliz.

Fito Páez.

     Tren eléctrico de Hershey.  
Por 2.80 pesos, un cubano 

     puede recorrer los 98 km que separan La Habana 


     de Matanzas.