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martes, 25 de febrero de 2014

El balcón nevado de Jemar Santos en Toronto

No fue un sueño,
lo vi: La nieve ardía. Ángel González .



Jemar, cuelga una foto en Facebook sobre su balcón nevado en Canadá. Ella no sabe que en ese instante, yo estoy quejándome de la lluvia constante que no me deja salir a pasear en el sur de Francia. Percibo que no siempre la naturaleza es tan sutil como una fina lluvia, -"nadie como la lluvia tiene las manos tan pequeñas." Su foto me lleva al invierno de Vivaldi, incluido en "Las cuatro estaciones," un cd que compré en Milán frente a la Universidad. Lo que demuestra que la música no deja que desconecte, ni en las nuevas ciudades que visito.




Luego estamos tomando un café en el Bellini de Bordeaux, junto a la Ópera, y veo otra foto de Jemar donde el balcón es un amanecer paradisiaco... Y me pregunto ¿puede la sensibilidad estética hacer olvidar el estado de ánimo que genera el frío en alguien que nació en el Caribe?