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sábado, 2 de julio de 2011

Interactivo: música cubana del siglo XXI

Con la noticia en la cabeza del cáncer del presidente venezolano Hugo Chávez, quien estará seis meses de quimio en Cuba, el debate por su sucesión en la presidencia de Venezuela, y la incertidumbre para los Castro de que éste deje de dar petróleo a Cuba,  nos fuimos al concierto del grupo Interactivo en la sala Bikini de Barcelona. 
De este grupo, al salir el CD Cuba Siglo XXI, escribí una reseña para la web cubaencuentro de la que ahora, al verlos por primera vez actuar con su cantante líder, Telmary, reescribo: Telmary es la gran revelación de esta producción. Comenzó siendo vocalista de rap del grupo Free Hole Negro, pero en este nuevo proyecto ha empezado a salir de este género para saltar del montuno al bolero, del bolero al rap, y de éste al más crudo funk-reggae, convirtiéndose en el hilo conductor de las diecinueve piezas del trabajo.  Hoy agrego que Telmary cantó ayer dos piezas destacables, de su disco personal homónimo, Equivocáo y Marilú donde demostró que, a pesar de vivir ahora en Cánada desde hace unos años, no ha perdido ni la gracia natural de su voz,  ni su sensualidad musical, elevando muy alto la calidad de este grupo, que ya escuché sin ella hace tres años, y no fue lo mismo, ni escribo igual.
De todo lo dicho en aquel texto de hace seis años, no debo lamentar no haber escuchado su mejor pieza: Nosotros, los Revolucionarios, de la cual el director de cine español Fernando Trueba hizo una cita al comienzo de su malograda película de dibujos animados Chico y Rita del 2010, esta ausencia la suplió Roberto Carcases, director de este proyecto, al invitar al ex integrante de Habana Abierta, Boris Larramendi, quien cantó uno de sus grandes éxitos, Asere, donde hace una radiografía política de la sociedad cubana actual y le pone nombre y apellidos al culpable de que en España hayan 104 mil cubanos residiendo de forma oficial, según la agencia EFE.
Evidente que en los conciertos de estas giras de verano europeas de músicos cubanos, no se busca la trascendencia, solo la diversión momentánea de los seguidores nostálgicos y exiliados que, gracias al asere vestido de verde, vamos sobreviviendo por estas tierras. Hoy ya están en Luxemburgo para continuar su gira. No obstante, cada vez que veo conciertos de este tipo, hecho en falta un cierto rigor en el sonido y en la puesta en escena, me da la sensación, más que de un concierto, de estar en un ensayo con público. El sonido nunca acaba de estar perfecto, las entradas de los músicos (sobre todo de Francis, excelente en la voz, pero dispar en su proyección) y las entradas y salidas del escenario los hacen parecer novatos que no saben muy bien por donde moverse. Detalles que no he percibido en grupos similares, en edad o formato que he visto en esta misma sala: Maceo Parker (USA),Chico César (Brasil), O Funkillo con Athanai (España), Aterciopelados (Colombia) o, incluso, Gente de Zona (Cuba) y debo confesar que la puesta en escena de estos formatos fue espectacular e impecable a nivel auditivo.
Ahora, el grupo se ha visto reforzado con dos novedades, una de las cantantes de Sexto Sentido, y  el trompetista y cantante, Julito, que para mí (también para un melómano amigo que reencontré allí, Ubaldo) fue la revelación de este concierto, pues  Telmary y Francis estuvieron como se esperaba, pero las excelentes improvisaciones de voz arraigadas en el son cubano de este trompetista, fueron para mí el dato diferenciante.
Tras el concierto, con copa y tapa antes del sueño, Liset, Ubaldo, Yara y yo hablamos de la puesta en libertad del ex director del Fondo Monetario Internacional, quien, al parecer, al final no había violado a nadie, pero perdió el cargo, de la nueva ley de compra-venta en Cuba, entre otras evocaciones de padres cubanos por estos lares...




Foto del concierto de arkolano: Telmary de Naranja, Boris y Julito a cada lado.