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viernes, 30 de enero de 2015

Guillermo Cabrera Infante captado escribiendo en Lunes...

Nunca sé hasta dónde llegan los textos que escribo en mi blog, se cuantos me leen, no quien lo hace. Algunas veces lo hacen personas anónimas que se sienten identificadas, otras artistas que admiro hasta caerme para atrás sin importame  su ideología.
El fotógrafo cubano Mario Garcia Joya, extraordinario ojo en todas direcciones donde lo pongas,  dejó hace unos días un comentario delicioso y muy cubano en un post que escribí a la cantante brasileña Céu.
Claro, le pedí amistad y cuando entré en su muro me re-encontré con su obra fotográfica y de retratos insuperables de escritores y artistas cubanos.
De ahí está foto de Guillermo Cabrera Infante de 1961 escribiendo en la sede de "Lunes de Revolución." Confieso que siento fascinación por este escritor cubano y verlo escribiendo o pensando que lo va a hacer, me emociona profundamente. 
Gracias al ojo de Joya, Mayito. La comparto o pos -comparto: esta cosa que tengo de escribir encima de las fotos.
Me impacta esa pose hierática de escritor del siglo XX. El móvil, las tablets nos hay hecho varias las posturas a los escritores del siglo XXI. No ha pasado mucho tiempo para la literatura, sí para que las nuevas tecnologías nos modifiquen nuestra relación con la creación. 

La plancha de Barcelona. Arquitectura y mujeres.

La Plancha es un edificio de New York. Un emblema de los Rascaciolos más notables.
Este en el Gótico catalán da una idea de aquel. Al menos a mi me lo recuerda.
Ya sé que es más ángulo que edificio. Ya sé que dirás que estoy tan nostálgico de volver a New York que me invento ángulos y edificios. Y es verdad. Para eso son los recuerdos de arquitectura y mujeres. Para caminar zombi por la ciudad buscando un olor. Un parecido con aquellas curvas donde te perdiste y deseas.