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viernes, 12 de diciembre de 2014

Farolas modernistas del Passeig de Grácia.Barcelona.


























Así como me gustan las calles estrechas y vaginales, también para otros momentos de despejar ciertas situaciones de mi existencia, me gusta el pasear - pensar y mirar el río humano que fluye por este ancho  Pasx eo de Gràcia, desde la Diagonal hasta Plaza Catalunya.  Soy de los que se sienta en las Farolas-banco un rato, y mira desde este río, esas vidas de turistas y de habitantes de la ciudad. Como gran parte de este paseo se hizo con material y economía traída de América por los indianos (incluyendo Cuba donde nací), este paseo no me es ajeno. Es parte de lo que soy y tan catalán y tan americano como las puertas hechas de árboles traídos de allá de algunos  de sus edificios modernistas. Aquí muchos cantan El meu avi va anar a Cuba...., la habanera de José Luis Ortega Monasterio, más que una canción, es nuestra historia común.

Pere Falqués plantó 32 farolas - bancos modernistas  en el Paseo de Gràcia de Barcelona, en 1906.  Muchos y muchas guías turísticas se la atribuyen a Gaudí que tiene dos edificios de viviendas en este paseo emblemáticos y visualmente se advierte una influencia clara en estos bancos sobre todo de Las Curvas sensuales de La Pedrera.
"Las farolas de Falqués son rotundas y multifuncionales, proporcionan alumbrado urbano y peatonal y sirven de reposo al viandante además de ser espectaculares. Ya sean de piedra y forja, con fundición y cristal, de granito o con preciosistas combinaciones de trencadís; bien de cantería, bien recubiertas con apliques metálicos, no pasan desapercibidas, siendo por sí mismas un elemento escultórico además de servir para lo que fueron diseñadas."
Tengo una foto personal de mi madre arreglando  el carrito de su nieta, mi hija, sentada en una de estas farolas espléndida. Es demasiado tierna para compartirla.
Farola-banco del Paseo de Gracia en Barcelona una obra reproduccion de Josep Bernal.

Nota: Para ampliar el tema indiano en Barcelona revisar
Presencia de los indianos en Barcelona, de la doctora en historia del arte Carme Grandas Sagarra. 

Hubo un país en el que fui niño y pionero.

Foto. Cristiana Robaina Márquez. Lee a José Martí en segundo grado.

Hubo un país en el que fui niño y pionero. Lo último, como doctrina ideológica para deformarnos cultura y esencias. Ese país que me desvela Cristiana Robaina Márquez  con seis horas de retraso con respecto a Barcelona,  se llama Cuba. Cuatro letras como la palabra Amor, que tiene dentro tres letras del Mar que es azul,  y nostalgia en inglés musical del  blues, que escucho mientras ella habla de que encontró su raíz, y Lezama escribió: "quien busca los orígenes encuentra orígenes nuevos."
Cristiana acaba de llegar de La Habana, y me cuenta que vivió los abrazos familiares como sanación de vida. Como recuperación de la memoria a pesar que sus mejores abrazos dulces están con ella en Miami, su madre Dulce, y sus hijos...(de mermelada)  por seguir en la metáfora.
Termino con Cristiana y entra la blogger y amiga Ana Betancourt desde Christchurch,   Nueva Zelandia, y son las 21 horas de Sábado  en Barcelona, pero Ana está ya en 09:00 horas de domingo... 
Cuando comenzamos hablar, le digo que me habla desde el futuro. Ella  hierve tras una sesión de vinos y música donde se enteró que irá tocar allí Buena Vista Social  Club en  un festival. Le digo que no se lo pierda, que vivir el futuro desde el futuro es la gloria.
Mañana le preguntaré que sale en la prensa a Ana, para saber donde comenzó una guerra en el momento que yo estaba dormido. 
Ana irá a Miami en unos días e intento que ambas se encuentren desde el futuro de Ana y desde mi presente. Ambas y yo, fuimos pioneros de aquel país.
Las redes nos han cambiado la vida. Pero los amigos inteligentes mantienen un orden vital en mí.