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martes, 15 de enero de 2019

Una bufanda roja y dos modelos: Aristide Bruant y Arsenio Rodríguez Quintana. Henri Toulose-Lautrec importalizó al primero.

Hace unos días hice una broma en instagram con una foto mía y la foto de un cartel  de Touluse- Lautrec, quien retrató al artista Aristide Bruant y su peculiar bufanda roja por la cual ha pasado a la historia como un peculiar estilo parisino de llevarla. En realidad Bruant la usaba para burlarse de la alta burguesía que iba a Montmartre a vivir como pobres.
A mí me gustan las bufandas en demasía, y tuve la suerte de pisar París desde hace 20 años y voy cada año, a ver amistades y familia. Mi primer regalo de navidad que recibí en esa ciudad fue precisamente una larguísima bufanda gris, primera de unas 20 que tengo.

¿Quién fue Aristide Bruant?

Aristide Bruant (Courtenay, 6 de mayo de 1851 - París, 10 de febrero de 1925), fue un cantautor de cabaré francés, y también actor y propietario de locales nocturnos. Es conocido como el hombre de la bufanda roja y la capa negra por los famosos carteles de Henri de Toulouse-Lautrec.
Louis Armand Aristide Bruant nació en el pueblo de Courtenay. A los 15 años, tras la muerte de su padre, dejó su hogar para buscar trabajo. En su camino a París, frecuentó las pequeñas tabernas de la clase trabajadora, donde se le dio la oportunidad de mostrar sus talentos musicales.
Aunque burgués de nacimiento, Bruant aprendió rápidamente el lenguaje popular, y lo usó en sus canciones contando la lucha de los pobres. Empezó en café-concerts y continuó con un show de comedia y canto que lo llevó a presentarse en el famoso cabaret Le Chat Noir. Usando chaqueta de terciopelo negro, botas altas y una larga bufanda roja, subió al escenario con el nombre de Aristide Bruant, y pronto se convirtió en una estrella en Montmartre. Cuando Henri de Toulouse-Lautrec empezó a frecuentar las tabernas y cabarés, Bruant fue uno de sus primeros amigos.

En 1885, Bruant abrió un cabaret en Montmartre al que llamó Les Mirlitons. Él era el cantante principal del local, aunque también contrataba a otros artistas, y, como maestro de ceremonias, usaba la sátira para burlarse de los ricachones que venían a "vivir como pobres" a Montmartre