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domingo, 3 de abril de 2011

Es primavera en Libia y Sevilla...

Un joven muerto por arma blanca durante un botellón en Sevilla: este joven junto a otros miles se reunieron para beber alcohol hasta perderse, "ponerse ciegos" se dice por acá, rito que se repite cada año con la llegada de la primavera. En Yemen, Siria y Libia otros miles se reúnen y mueren por pedir libertad. Son actos bien distantes con conceptos bien diferentes, pero no dejan de ser cerezos en flor que reclaman un seguimiento en plena primavera 2011. El poeta T. S. Elliot ya lo había escrito: abril es el mes más cruel, engendra lilas de una tierra muerta.
El punto en común que tienen ambos grupos, no sólo es que son jóvenes, sino que se han convocado por las redes sociales de Internet, con Facebook a la cabeza, por cierto, ésta última, ya vale más que empresas emblemáticas como la General Motors. La red ha demostrado sobradamente su eficacia en turbar gobiernos o violar  leyes para emborracharse con el único fin de intentar ser feliz: unos en busca de la libertad, otros del placer.
Vladimir IIich Lenin escribió que la libertad es el conocimiento de la necesidad, bajo este apotegma, ambos grupos tienen razón en su forma de actuar, porque para unos su necesidad es la libertad, y para otros su necesidad pasa por llegar a ser feliz a través  del alcohol...
Los jóvenes españoles tienen varias ventajas sobre los árabes:
1. Son libres de elegir  qué hacer los chicos y las chicas
2. Los que desean votan libremente
En cambio, creo yo,  tienen una desventaja brutal que genera también la libertad:
No saber qué hacer con ella ni el tiempo que tienen para usarla, cuando te das cuenta entre fiesta y fiesta se te acabó el tiempo.
Los jóvenes árabes tienen una ventaja sobre los españoles:
Su vida tiene como objetivo luchar por encontrar la libertad, su vida tiene una trayectoria disciplinada, un objetivo  que les permite estar centrados en algo. Quizás por eso, el placer para ellos, está en segundo plano, al menos hasta que alcancen la libertad.