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martes, 14 de febrero de 2017

Sus ojos se cerraron y el mundo sigue andando. Bella historia de amor.


Su nieto entró a la habitación y su abuelo Ramón le estaban cantando o susurrando a su mujer, Ana este tango argentino que él se había aprendido de muy joven.
La abuela acababa de morir y Ramón no se le ocurrió mejor despedida que cantarle estos versos de un tango que describen una situación similar.


"Sus ojos se cerraron
Y el mundo sigue andando,
Su boca que era mia
Ya no me besa mas.
Se apagaron los ecos
De su reir sonoro
Y es cruel este silencio
Que me hace tanto mal..."

Es quizás una de las historias de amor más bellas a través de la música que conozco. Ella era gitana y su abuelo aunque iba de patriarca de clan gitano no lo era. Pero vivió toda su vida orgulloso de esta cultura.
Despedir a alguien con una canción, quizás sea una suerte que yo no tendré, pero me gustaría dejarlo por escrito. Si puede ser varias y se cante y baile aún mejor.
Teniendo en cuenta que irse es viajar por un tunél,  el eco de esa voz en tu partida debe ser notable.
Nadie tiene el valor de Ramón que en vez de llorar se centró en despedirla. Quizás habían hecho un pacto. No lo sé, me es de un tristeza y una belleza al unísono que me estremece.

"¿Por qué esta mueca siniestra de la suerte? 
Quise abrigarla y más pudo la muerte
Cómo me duele  y se ahonda mi herida
Yo sé que ahora vendrán caras extrañas
Con su limosna de alivio a mi quebranto...
Todo es mentira, mentira es el lamento
Hoy esta solo mi corazón
Como perros de presa las penas traicioneras"

Lo más fuerte de esta historia, y que su nieto no sabe es que este tango fue escrito por Alfredo La Pera, nacido en Brasil y la música es de Gardel, se estrenó en la película "El día que me quieras," en 1935. Su autor La Pera, la escribió, porque su amor de juventud, murió de una enfermedad y él quedó desconsolado. Se llamaba Ana, como la abuela de mi amigo. 
Los azares de la vida son increibles, me quedé en una pieza cuando descubrí esto.




Para Joel Ruiz
 y sus abuelos Ramón y Ana
14 de febrero 2017.


Cuba participó en Sevilla en la Exposición iberoamericana de 1929. Queda una casa y una canción: Suavecito.


Cuando viví en Sevilla, tuve la suerte de trabajar un año en la facultad de arquitectura, donde mi amigo Marcelo, a través de una amiga también Argentina me dieron cobijo, trabajo en una ONG de la universidad. Yo vivía en el centro de Sevilla y tenía que pasar cada día por este pabellón de Cuba hecho para la Expo.  Además, del lazo de Machin, y Compay Segundo que ya estaba muy de moda en España, para mí ver este edificio cada día era un relato nostálgico constante. De verdad que no sabía en ese momento que iba a estar 17 años sin volver. No esperando que Castro muriera, que también, pero uno sabe cuando empieza un exilio, no cuando lo termina.

Pabellon de Cuba en Sevilla, 1929. Aunque en el estandarte se lee Sexteto Nacional de Ignacio Piñeiro en realidad aqui ya era un septeto -con la incorporación de la trompeta. Y si, el grupo  viajó a Sevilla a la Exposición Iberoamericana, permaneciendo en España por un período de tres meses realizando grabaciones y presentaciones diversas. Según estuve leyendo durante este viaje a la feria de Sevilla de 1929, en plena travesía murió el vocalista del septeto José Cheo Jimenez -su cadáver fue arrojado al mar.
De aquella feria de 1929 en Sevilla quedó esta canción de referencia:


Suavecito.

A ti gusta mucho Carola 
Del son de altura 
Con sabrosura 
Bailarla sola 

Com misma prisa que despacito 
Cuando lo baila 
Con su negrito 
Contenta dice : 

Primer Coro :. 
( Suavecito , Suavecito , suavecito es como me gusta Ma ‘ ! ) 

Una linda Sevillana 
Le dijo a su maridito 
Me voy con los caciquitos 
Por la música cubana 
Rep . CORO 
El son es lo mas sublime 
Oye para vamo a divertir 
Oye , se debiera de morir ! 
Quien formo y que no lo estime ? 
Jajajaja 

Segundo Coro :: ( suave nena , suave , suavecito nena , eh eh eh ¡!!!! ) 

Si tu me quieres te quiero 
Si tu me adoras te adoro 
Mira por siempre 
Pero que sea suavecito 
Cuando nos ponemos a bailar 
Ay ¡ tu me apritas un poquito !