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jueves, 1 de noviembre de 2012

Lección de derechos humanos para gobernantes déspotas.


A Arnaldo Otegi, líder de la izquierda independentista de Euskadi (País Vasco) hace un año, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos obligó al gobierno español a indemnizarlo con 23.000 mil euros, por una sentencia desproporcionada del tribunal supremo español cuando lo condenó, a pasar un año de cárcel por injurias al Rey. Otegi apeló al no estar de acuerdo con la sentencia, y considerar que sus derechos de libertad de expresión habían sido vulnerados. Él, además, ha sido juzgado por otras causas, sobre todo por su cercanía con los terroristas vascos de ETA, eso no impide al Tribunal Europeo a corregir lo que cree es una vulneración flagrante de sus derechos de libertades democráticas.
El actual Ministro de Justicia español Alberto Ruiz Gallardón, se ve obligado a pagar esta cifra a alguien del entorno independentista vasco, y confiesa en la radio que discrepa, pero no tiene más remedio que acatar la sentencia o si no España tendría que pagar una multa superior al tribunal que tiene jurisdicción en el tema de los derechos humanos en nuestro país, o sea, al final cobraría igual o más. Me pareció verdaderamente extraño que dijera que no estaba de acuerdo con el alto Tribunal de Derechos Humanos, no dijo lo mismo cuando condenaron al juez Baltasar Garzón, de quien se limitó a decir, que -él ni su gobierno cuestionaban las sentencias.
En fin, la democracia consiste en repartir por igual las cuotas del derecho a la libertad, algo que han olvidado los caudillos caribeños (Castrolandia), latinoamericanos, árabes, asiáticos que desde el poder solo reparten la libertad que está en su cabeza dura.





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Foto performance del opositor chino Ai Weiwei, donde aparece su esposa,  quien enseña las bragas justo ante la foto de Mao. Toda una provocación, defendiendo su libertad personal, hechos así le han costado varias veces la cárcel a este artista, y lleva más de un año recluido en su estudio-casa.