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martes, 5 de enero de 2016

Vallenato en Koitton Club en Barcelona. García Márquez en la memoria.



No había tenido la suerte de escuchar en vivo un grupo de Vallenato en Europa, nunca. A pesar de que he leído a Álvaro Mutis y Gabriel Garcia Márquez, este último en su biografía escribe que, "el acordeón del vallenato te arruga el sentimiento;" y enfatiza: "vemos  [al acordeón] en manos de los juglares que van de ribera en ribera llevando su caliente mensaje de poesía." Para mí, Colombia ha sido más literatura, "excelente" que música. La suerte del exilio te lleva a mirar hacia otras culturas que se te cruzan. The Parranders puso físicamente el vallenato o un país en mi oído.
Los del grupo que yo vi en vivo en Sants, tenían cinco acordeones con afinaciones diferentes, y su mensaje era caliente si veías sudar y bailar a colombianas y panameñas en este espacio pleno de gente.

Unos días después, descubro la "Bandeja Paísa" y unos batidos de frutabomba, guayaba y mango únicos en un restauran colombiano muy cerca de la Sagrada Familia, para deleite mío y de mi niña que jamás aquí,  los había tomado.
Para rizar este rizo de Colombia en mí. Paso por segunda vez la nochevieja  en casa de una diseñadora, Flor, que es colombiana;  y un día despues de esta fiesta un señor por messeger me escribe desde Canoa, Cartagena,   este texto:

"Buenos días Poeta Arsenio...abrazos--En el Cine -Club de Punta Canoa, nos disponemos a presentar un ciclo de cine Tarantino. De la manera más amable le solicito autorización para subir su comentario acerca de  la pelucula "Django" de Tarantino;" y su excelente reseña acerca de Alejandro Dumas. Le agradecemos inmensamente..."
Pedro Blas Romero.

Es increíble, cuando un país se posiciona para entrar en tus venas, lo hace sí o sí, no hay quien lo pare. Por ahora, busco un libro de poemas y cuentos  de Álvaro Mutis mientras ne pongo en mi playinglists de Spotify "Canto a Colombia" de Juan Luis Guerra...que me fascinó cuando escribí la reseña de su último disco...



Garcia Márquez entre un grupo de Vallenato.



Gracias a Valentina Sousa que me llevó de la mano.. También a Paola Arias (cantante) y Carolina (bailarina) que son  lo más cerca de Colombia que tengo en Barcelona.