-¿Qué motivos tienes?
-Esto no es lo que esperaba.
-¿Lo que esperabas o lo que soñabas?
-Trabajo más que en mi país natal, en algo que no me gusta, más bien detesto, y solo me da para sobrevivir.
-¿Sabes que más de la mitad de la población nacida aquí está como tú y no han atravesado el Atlántico?
-No
-¿Alguien te dijo que vinieras?
-No.
¿Estabas mejor en tu país?
No.
-¿Sabes que tu futuro es el presente cotidiano de la gente? ¿Has vuelto?
-No.
-¿Te quieres volver?
-No
-¿Sabes que todos tenemos ese estrés de sueños no resueltos:
con FACTURAS Y VIDA como primera necesidad?
-¿Y qué hacen?
ASUMIRLO. Sabiendo que la solución de la realidad se construye con pasos muy pequeños.
-¿Cómo?
-Soy psicólogo, no mago.
Hace diez años cuando escribí este texto, había visto una película francesa Odio, de Mathieu Kassovitz, donde el protagonista, un emigrante árabe, se suicidaba tirándose de un balcón de un edificio en las afueras de París, mientras caía iba pensado, el problema no está en la caída, sino en el aterrizaje/ el problema no está en la caída, sino en el aterrizaje/ el problema no está en la caída, sino en el aterrizaje...
yo la mejor q he escuchado es "a mi nadie me dijo que esto era asi".
ResponderEliminar:)
Fino y sabio anduvo el Dr. Joseba Achótegui cuando, desde sus estudios en el SAPPIR catalán, dijo haber descubierto el Síndrome de Ulises. Lo cierto es que cuando este ínclito científico pueda explicar el desarraigo, el estrés, la psicosis endógena y exógena de los CUATRO MILLONES Y MEDIO DE ESPAÑOLES en paro laboral, podrían los poderes públicos elevarle una estatua, aunque sólo estuviera hecha a base de carne de membrillo. Envidio a Ulises porque pudo perderse por diez años y luego (aunque cansado y extraviado) volvió a Itaca. Yo le diría a Homero que mi Itaca es la casa de mis padres y los remeros de la nave que me lleva a ninguna parte, son los dividendos de la pensión de jubilación de mi padre, de la que come toda la expedición; no en los tiempos de la Grecia clásica, sino en estos tiempos de la crisis clásica que el socialismo encubre en periodo electoral.
ResponderEliminarMuy bueno! El problema vital es para todo el mundo. Sobre todo cuando enfila los 40 y se da cuenta de que la vida es algo bien distinto de aquello que habíamos soñado en la universidad.
ResponderEliminarSer emigrante seguro complica las cosas, pero no necesariamente. Al fin y al cabo está dentro de uno esa capacidad de "dar pasos muy pequeños", disfrutando la belleza pequeña y cotidiana.
Un abrazo, Arsenio, gracias por regalarnos estas reflexiones cubano-españolas en las que muchos nos sentimos identificados!!!
conmovedor pero real dentro de casi todos los inmigrantes aunque si no lo confesen existe una batalla interior ,hay que decir una cosa los problemas aunque grandes los afrontas con mas valor en tu propia tierra es asi para todos no solo los cubanos .siempre te faltara algo no necesariamente material que te suonara al oido como la consciencia de pinocho .
ResponderEliminarJacqueline Rodriguez