Cantina Machito.
Un domingo de noviembre, previo a la reelección de Obama y el ruido político de las elecciones en Cataluña donde vivo y escribo, paso por el restauran Cantina Machito, y una camarera me sugiere que tome un café olla.
Había venido a comer otras veces en este lugar, antes de que Harrison Ford y Calista lo hicieran famoso dentro de otros restaurantes del barrio, Él se hizo un asiduo a comer aquí mientras ella filmaba una película en Barcelona, se le pudo ver incluso con su hijo Liam, jugando en el paseo San Joan.
Todo lo que cocinan aquí, me gusta. He traído amigos, hoy novelistas como Bruno Galindo por el que supe que esta cocina era sobre todo del norte de Méjico; también traje a mi madre, que no le gustó mucho el pollo con chocolate por el picante, que no hizo buena combinación con su presión arterial, pero nunca se me había ocurrido pedir un café de olla, de la península de Yucatán.
El café sorprende desde que lo ponen en la mesa, el olor a canela con tequila y café, sus ingredientes más fuertes te despierta el sentido del gusto, esa que la tradición del café solo, y el cortado te han marcado durante un tiempo sin buscar otras fórmulas de placer. Miento si digo que reconocí con mi paladar, el clavo, el limón que también lleva este líquido, no eso me lo dijo la camarera cuando le pregunté por la fórmula de este elixir mágico para quien busca nuevos caminos para su paladar. Es impresionante encontrar un sabor exquisito por solo 2,10 euros.
Receta: Café de olla: café canela, tequila y especias, Limón, Clavo, azúcar.
Mesa y café de Cantina Machito. Calle Torrijos 47. (Al lado del cine Verdi Park) Gràcia. Barcelona.
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