Mi hija me regaló este dibujo para darme una sorpresa... Cuando miro el dibujo advierto que no estoy en él. Ella me dice, ¡pápa!, (con su habitual acento fonético en catalán) eres el árbol... ¡Vale la pena tener una hija para que te convierta en metáfora, o sea, un árbol!
En los años noventa una espiritista en La Habana me dijo que había sido un árbol ...
Maya sigue jugando con globos y plastilina mientras yo veo un documental de Antonio Carlos Jobim donde canta ..."Los desafinados también tienen corazón"... Mientras camina por el Central Park de New York cerca del círculo homenaje a John Lennon donde Maya también bailó una canción de los Beatles, al ritmo de una guitarra ocasional.
¿Alguien desea un mejor amanecer?
(este texto pertenece al libro ME HUBIESE ENCANTADO PARIR A MI HIJA disponible en amazon)
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