Hace unos días intentaba explicar en una reunión en casa de una actriz, cómo en los años sesenta un negro en Estados Unidos no podía ir a la misma clase de un blanco, y 50 años después un negro es presidente de ese mismo país. Advertí en mi discusión que era difícil de explicárselo a alguien más joven, blanco y europeo. Creo que explicar esa explosión de entrar con naturalidad a la vida social de los "blancos" por parte de los negros a través del arte, lo explica muy bien Richard J. Powell, en su libro Arte y Cultura Negros en el siglo XX.
En el mundo del arte norteamericano de los años sesenta, este rechazo de ser "Negro" y la adopción de la "negrura" o "negritud" estuvo personificada en las transiciones profesionales y la estética del artista neoyorquino Romare Bearden. En 1963, después de dos décadas de pintar abstracciones, Bearden se unió con un grupo de artistas afroestadounidenses establecidos en Nueva York para explorar maneras en las cuales poder responder a los problemas y necesidades de los afronorteamericanos. Su primera obra en este sentido se tituló "Verano," 1963.
A su impulso inicial se unieron otros con diferentes técnicas artistas, diseñadores, fotógrafos como Andy Warhol que cuya obra Disturbio Racial, 1964, es de un impacto visual transcendente con un perro mordiendo a un negro que intenta escapar...esto ocurrió en Birmingham, Alabama, en 1963. La revista Esquire, no se quedó detrás y en 1968 sacó una portada emblemática..."La pasión de Mohamed Alí," cubierta de 1968.
El erotismo no podía quedarse fuera de esta fuera de negritud en el arte USA de estos años y el fotógrafo Patrick Lichfield en 1969 expone "Marsha Hunt", una negra espléndida desnuda que no muestra nada, salvo su maravilloso cabello... Barkleys L. Hemdricks, es quien da un paso más allá y pública una serie de cuadros de negros desnudos mostrando una otra belleza olvidada o censurada.
No obstante, no hay que olvidar que los años sesenta fueron violentos entre blancos y negros y así los refleja la prenda de artista textil, Jae Jarrell la cual llamó Traje Revolucionario, de 1970, un juego de minifalda y chaqueta. Le cruza el pecho un diseño muy parecido a una ristra de balas. Para mi una metáfora directa a la posición agresiva que la mujer negra podía tomar en esta revolución de la mente, el cuerpo y el espíritu.
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En este tema del negro es interesante de ver la admiracion que Maceo despierta en los americanos, por ser la figura que fue en el siglo xix.
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