En otro post escribí: "el mar es toda la nostalgia para algunos exiliados." Alina, que vio mi post en São Paulo, Brasil, me envió esta foto para reafirmarme que tenía razón, no obstante, cuando vi su actitud me di cuenta que su forma de mirar al mar, muy de frente, sin los pies en el agua como tenía Gascón en el otro post, merecía otra reflexión.
Alina se distancia del mar y usa las rocas como muralla y la montaña como metáfora viva de su nuevo país, me hizo pensar que ella, mandaba a la mierda la nostalgia. La desafiaba con su actitud y sus dos gemelos nacidos en São Paulo que el lector no ve, yo le informo.
Más que dócil al mar, Alina se enfrentó con su vientre a la metáfora de vida de tres desafíos: la montaña, el mar y el cielo: emigración, nostalgia y soledad.
Debe ser que cuando eres capaz de parir gemelos en tierra extranjera, no hay quien pueda contigo. Su matriz doble y la fuerza que adquieren sus pechos amamantando a dos seres, te da poder suficiente para enfrentar cualquier desasosiego...
¿Quién soy yo para que me perturbe verte?
Fernando Pessoa
Vi cantar a Bethania estas canciones al mar en un recital en el Palau
de la Música Catalana hace más de cinco años. Ella estaba descalza.
Aún me dura el estremecimiento desde la planta del pie en vida. Blogger.
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