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miércoles, 7 de enero de 2015

Atentado en Paris. Enero 2015

No he podido escribir nada del atentado en París las primeras horas. Me quedé sin reflejos. Todos los recuerdos de esa ciudad me inundaron. Tengo tanto amigos allí después de llegar de Cuba en 1999 a esa ciudad, -esto incluye a amigos escritores y periodistas- que hasta que la última amiga cercana no me ha escrito hace un rato, no he tenido fuerzas para condenar como todos ese atentado a la libertad de expresión.
Han tocado mi ciudad de luz,  han tocado mi paradiso. Sé que tengo esa ciudad para saber que el Paradiso existe. Sé que no vivo en ella físicamente, pero ella vive en mis recuerdos de cada año que voy. Cuando Liza, que vive en París, me dijo lo del atentado quedé en una pieza literalmente. 12 muertos por tres AKM en manos fanáticos islamistas en la sede de la revista de caricaturas Charlie Hebdo.
Si hace unos días no podía dormir por el atentado a la libertad de expresión que se cometió en La Habana por no permitir un performance de Tania Bruguera que intentaba que los Habaneros tuviesen un minuto de libertad; que decir de los asesinos que matan para que otros no se expresen.
Como todas las personas que han habitado París un tiempo estoy bastante jodido. Pero asustado en la piel de amigos de muchos años que viven allí como Roberto Manchon, Laetitia Fernandez, Sarah Caron, Seguí,  y otros nuevos como Mary de Vargas o Armando Valdés-Zamora  y  Zoé.  Ya esa ciudad no será la misma como Madrid y New York tras los atentados. 
No sólo pienso en mis amigos. También pienso en la inmensa mayoría de los musulmanes que viven en París y otras ciudades europeas que a partir de ahora y sin estar de acuerdo con esta panda de idiotas y descerebrados tendrán sobre su piel y sus maletas las miradas de todos sin tener culpa. Para ellos también mi solidaridad.
Mi último viaje a París fue en marzo del 2014 y no me queda dudas que a pesar de estos idiotas volveré de nuevo.

1 comentario:

  1. Es lamentable querido Arsenio, muy puntual y rescatable tu comentario con respecto de que por un puñado de idiotas todos los musulmanes tienen que pagar el repudio de la sociedad. Mi solidaridad con Liza Del Mar y con el mundo ante toda esta violencia que nos está carcomiendo.
    Hannah Canav

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