Si hay algo que me GUSTA a morir del arte urbano, es el grafiti y los grafiteros, con esa maravillosa valentía de estar al límite de las leyes y romper con nocturnidad y alevosía, la armonía tediosa del urbanismo oficial de las ciudades y sus colores cansinos y uniformes.
Los grafiteros, son escritores públicos. Que escriben versos condenados a leerse, más por el gesto del trazo, que por la intensión de ser interpretados.
Todos estos que traigo hoy aquí, habitan por las calles de Poblenou.
Los grafiteros, son escritores públicos. Que escriben versos condenados a leerse, más por el gesto del trazo, que por la intensión de ser interpretados.
Todos estos que traigo hoy aquí, habitan por las calles de Poblenou.
Este de las escaleras de incendio de la calle Sancho de Ávila es de un equilibrio visual que conjuga creatividad y arquitectura de hormigón y hierro muy bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario