páginas vistas

lunes, 5 de septiembre de 2016

Cala Binisafuller. Cerca de Binibeca, en Menorca. Agosto del 2012.


«Esta era una cala estilo Zen, íntima, vaginal, húmeda, arena infinitamente blanca, agua turquesa, silencio, una casa blanca al borde del agua, parejas leyendo y parejas con niños pequeños bañándose sin peligro por la altura, mucha naturaleza que hacia función de pubis sin depilar esparcido y dispersos en una altura, y sobre todo no terminaba abierta al mar, dando un gran giro que permitía que en caso de tramontana, sus aguas se mantuvieran muy tranquilas, casi inmóviles; y si a todo esto le unes que no había un hotel gigante cerca, no hace falta más descripción».

No hay comentarios:

Publicar un comentario