Mi madre no podía faltar, en el día de La mujer en mí. De su vagina no salí. Sólo estoy fuera mientras no duermo. Cuando cae la noche en mi exilio y mediterráneo barcelonés, vuelvo a estar en su vientre...
Es así el peso de una lágrima en la nostalgia, que llevas en los bolsillos.
Es así el peso de una lágrima en la nostalgia, que llevas en los bolsillos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario